16 nov. 2025

Autoridades iraníes confirman muerte de dos agentes en últimas protestas

Al menos dos miembros de los basijis, la milicia paramilitar leal al régimen iraní, han muerto en los últimos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes que protestan la muerte de Mahsa Amini y piden más libertades.

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Al menos dos miembros de los basijis, la milicia paramilitar leal al régimen iraní, han muerto.

Foto: EFE

La agencia de noticias IRNA informó este domingo que un basiji murió anoche en la ciudad de Sanandaj, capital del Kurdistán iraní, “en choques con alborotadores” y no ofreció más detalles.

Un segundo miembro de estas milicias islámicas murió en los “disturbios de anoche” en Teherán, informó el portavoz del Consejo Municipal de la capital, Alireza Nadalí, según la agencia de noticias Tasnim.

Según la fuente, la víctima murió debido a “un arma de fuego” y tenía la cara llena de perdigones.

Desde que comenzaron las protestas por la muerte de Amini, el 16 de setiembre, al menos una docena de efectivos de las fuerzas de seguridad han muerto en los choques con manifestantes, según las informaciones de medios oficiales.

Irán vivió ayer duros enfrentamientos en varias ciudades del país, entre ellas Teherán, donde las protestas se extendieron a diferentes puntos, desde el sureño Gran Bazar, a la norteña plaza de Tajrish.

Lea más: Irán vive una de las jornadas más duras de protestas desde la muerte de Amini

El Kurdistán iraní, región de origen de Amini, también vivió ayer fuertes choques y allí murió al menos un civil de un disparo, una muerte que la Policía atribuyó a “fuerzas contrarrevolucionarias”.

Tras los choques de ayer, el gobernador del Kurdistán cerró este domingo los colegios y las universidades de la región.

El motivo oficial del cierre es el “aniversario del nacimiento del Profeta del islam”, pero otros años esa festividad se festejaba en esa región con una reducción de las horas lectivas.

Amini, de 22 años, murió el 16 de setiembre tras ser detenida tres días antes por la llamada Policía de la moral en Teherán por considerar que llevaba mal puesto el velo islámico.

Su muerte ha desatado unas protestas que se suceden desde entonces y han ido mutando desde grandes movilizaciones con mujeres quemando velos fuertemente reprimidas por las fuerzas de seguridad a las universidades e incluso a colegios en los que las niñas se quitan los velos.

Esos choques causaron 41 muertos según el recuento de la televisión estatal de la semana pasada, pero la oenegé Irán Human Rights, con base en Oslo, eleva la cifra a 92.

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