La pandemia del nuevo coronavirus impulsó numerosos desarrollos de prototipos de ventiladores automáticos como apoyo a la atención de los pacientes respiratorios.
Entre ese grupo, uno fue diseñado en 3D y promete ser el más compacto, portátil y de bajo costo.
“El objetivo es suplantar el esfuerzo manual del médico realizando mecánica y electrónicamente el mismo accionamiento de este último, de una manera periódica, segura y con componentes y materiales que podemos encontrar fácilmente en nuestro mercado”, explica Mateo Acosta, gerente de Po Paraguay, quien junto a otros dos ingenieros que forman parte de Makers Por Paraguay están involucrados en el proyecto.
Lo que hicieron, así como otras iniciativas a nivel global, fue automatizar el funcionamiento de la bolsa insuflable o Ambú.
“Le llaman resucitador manual”, señala sobre el ambuseador, como se lo conoce en la jerga médica.
Lo que diseñaron, dice, está pensado para ser usado en ambulancias así como en hospitales de campaña.
Está inspirado en una acción internacional en la que muchas personas están tratando de automatizar esta bolsa resucitadora como la primera medida que se aplica a un paciente cuando necesita respirador y no puede.
“Puede servir para el pico de demanda o de crisis, ojalá no llegue, pero para eso está proyectado. Pero también es un producto que se usa comúnmente”, comenta Mateo.
Comenta que en la bibliografía médica se indica el uso de la bolsa insuflable entre 10 a 15 minutos mientras se le traslada a un paciente respiratorio de una sala de terapia.
“Pero la realidad indica que en los hospitales públicos están ‘ambuseando’ durante horas”, afirma y comparte que la intención con estos aparatitos es que funcionen en los hospitales y puedan liberar al personal de blanco para monitorear a más pacientes al mismo tiempo.
Bomberos que vieron el dispositivo cuentan que será útil en las ambulancias cuando tengan traslados largos que duran horas; por ejemplo, del interior a centros de referencia de la capital.
Acosta señala que este prototipo es más compacto y está siendo desarrollado para que pueda ser usado de manera portátil.
EQUIPO
Trabajan con estudiantes de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Asunción (Fiuna), con el grupo Pytu, en la línea de varios desarrollos. De ese equipo ya salió un ventilador automatizado más sofisticado que está siendo probado en animales.
La particularidad además que tiene este dispositivo es que fue creado con impresiones 3D.
Posee unos sensores de flujo de presión de aire que están siendo afinados para – mediante una pantalla– controlar el nivel de aire que inhala y exhala el paciente.
Como están buscando la manera de diseñarlo con materiales fáciles de conseguir en el país, estiman que el equipo tendría un costo de mercado de USD 500 a USD 1.000.
La idea es que el prototipo supere las fases de laboratorio. Luego se fabricaría en escala, a instancias de la red Makers Por Paraguay, que aglutina a desarrolladores con máquinas 3D. “A largo plazo queremos que sea un producto accesible para el Gobierno”, augura Mateo.
La idea es liberar al personal de blanco para que atienda a más pacientes con apoyo automatizado. Mateo Acosta, Po Paraguay.