Alex Vanegas, un maratonista de 62 años, no deja de correr y participar en las manifestaciones contra el gobierno de Daniel Ortega, con una bandera o un cartel para pedir la libertad de Nicaragua y justicia para los más de 320 muertos en la represión a las protestas.
En una ocasión, cuando realizaba un recorrido, una veintena de policías le cayeron encima como avispero, lo golpearon y lo tiraron a una patrulla como si fuese un costal de papas, relató Vanegas a AFP. Me ultrajaron como lo hacen con muchas personas que detienen por protestar, dijo. Camino a la cárcel El Chipote de Managua, denunciado como un presunto centro de torturas, los agentes amenazaron con lanzarlo dentro del cráter de un volcán o a una laguna con una piedra atada a sus pies.
Según Azahálea Solís, delegada opositora, las autoridades recurren a detenciones como la de Vanegas para “evitar que escale la protesta contra el régimen”.
Al menos 500 nicaragüenses están presos por dirigir, apoyar o participar en las manifestaciones, de los cuales más de 300 han sido acusados por “terrorismo”. afp