“Vamos a ser respetuosos del informe de la OEA”, declaró Morales en un acto en la región central de Cochabamba el sábado, al día siguiente de que renunciara el jefe de la misión del organismo, el mexicano Arturo Espinosa, para favorecer la imparcialidad, tras admitir que había publicado artículos críticos sobre el mandatario izquierdista boliviano.
“He decidido retirarme de la auditoría para no comprometer su imparcialidad. Debí informar a la OEA sobre manifestaciones (declaraciones) públicas previas acerca del proceso electoral de Bolivia”, tuiteó Espinosa, quien había lanzado el proceso de verificación de la OEA junto al canciller boliviano, Diego Pary, el jueves.
REVÉS. La renuncia del experto electoral mexicano fue un revés para el proceso de verificación del cuestionado escrutinio oficial, que dio un nuevo mandato de cinco años a Morales, quien ha insistido en llamar a sus seguidores a “defender la democracia y los resultados” electorales.
La situación estaba más tranquila en Bolivia este sábado que en las jornadas anteriores, aunque persistían la tensión, los paros cívicos y los bloqueos de calles en varias ciudades.
Los bolivianos acudieron masivamente a los cementerios a honrar a sus muertos, en la festividad católica del Día de los Difuntos, mientras la Fiscalía anunciaba el arresto de seis sospechosos de los homicidios de dos manifestantes opositores en el poblado de Montero, en la región oriental de Santa Cruz, el pasado miércoles.
Los funerales de ambas víctimas se realizaron el viernes, mientras, en varias ciudades, incluida La Paz, manifestantes opositores hicieron vigilias.
La oposición boliviana rechaza la auditoría de la OEA, pues cree que se trata de “una maniobra distraccionista para mantener a Morales en el poder”. El informe de la misión de la OEA debe estar listo en dos semanas y el apoyo de Morales a esta auditoría sería una señal de que piensa que le será favorable para sellar un cuarto mandato hasta 2025.
Los movimientos opositores han ido radicalizando su discurso y ya no quieren la auditoría ni un balotaje entre Morales y el segundo candidato más votado, el ex presidente centrista Carlos Mesa (2003-2005). Ahora piden la anulación de la votación y la convocatoria a nuevas elecciones generales (presidenciales y legislativas).
En medio de las protestas y la controversia sobre la auditoría, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) boliviano anunció el viernes el cómputo final de los comicios, ratificando la reelección de Morales, con el 47,08% de los votos, seguido por Mesa, con 36,51%. De acuerdo a la ley, por la diferencia de más de diez puntos sobre Mesa, el presidente ganó un cuarto mandato hasta 2025.
Ordenaron frenar el conteo preliminar
Según Marcel Guzmán, el gerente general de Neotec, la empresa que proveyó el software electoral para los comicios en Bolivia, una funcionaria del Tribunal Electoral ordenó interrumpir el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), tras un cambio de tendencia que favorecía al opositor Carlos Mesa, en las elecciones del domingo pasado, en los que el presidente Evo Morales buscaba su cuarto mandato. Estas afirmaciones las realizó en una entrevista que concedió a la cadena de televisión CNN. Esta es una de las irregularidades detectadas en las elecciones.