El ultraderechista Jair Bolsonaro y el socialista Fernando Haddad, que disputarán el 28 de octubre la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil, asumieron ayer compromisos con principios religiosos en su disputa por el voto tanto de católicos como de evangélicos.
El ultraderechista se comprometió con la defensa de los valores de la familia en un encuentro con el arzobispo de Río de Janeiro, Joao Orani Tempesta, mientras que el socialista se comprometió a no presentar un proyecto de ley para legalizar el aborto en una reunión con líderes evangélicos en Sao Paulo. Ambos centraron sus campañas este miércoles en busca del voto de los fieles en el país con el mayor número de católicos en el mundo pero también en el que más crecen los evangélicos.
Bolsonaro, que usaba una pulsera roja con la inscripción “Ungido por la sangre de Dios”, agregó que, incluso antes de firmar el documento de compromisos, esos principios ya formaban parte de su campaña, de su ideario y de su corazón.
Haddad, por su parte, se reunió con líderes evangélicos y firmó un manifiesto en el que se comprometió a no impulsar la legalización del aborto si vence las presidenciales. Se presentó en el encuentro como un hombre de tradición cristiana