19 abr. 2024

Arzobispo pide combatir virus que atentan contra los bienes públicos

DESAFÍO. En el Día de la Independencia, la Iglesia llama a superar la codicia y eliminar la corrupción. CAMBIO. La pandemia es ocasión para “reformar el Estado” y dejar atrás el “clientelismo político”.

Anhelo. Monseñor Valenzuela aboga por reabrir templos, pese a la pandemia que “amenaza con silenciar” la vida religiosa.

Anhelo. Monseñor Valenzuela aboga por reabrir templos, pese a la pandemia que “amenaza con silenciar” la vida religiosa.

El aniversario 209 de la Independencia del Paraguay se celebró ayer en un ambiente ajeno al habitual, debido a la pandemia: calles vacías, sin desfiles escolares ni actividades de recreación nocturna.

Al tradicional Te Deum tampoco asistió –como se estila– el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, pese a la invitación de monseñor Edmundo Valenzuela, arzobispo metropolitano de la Arquidiócesis de la Santísima Asunción.

Lo que no faltó fue el tirón de orejas y la bajada de línea desde el púlpito de la Catedral Metropolitana a las autoridades del Gobierno.

Monseñor Valenzuela instó a construir un futuro más solidario, coherente en el respeto a la Justicia y sin impunidad ante los que se aprovechan de bienes y de recursos. “Dejemos atrás los vicios y las violaciones cometidas que se arrastran desde hace tiempo. Superemos la codicia y juntos eliminemos la corrupción y la impunidad”, abogó.

Auguró que se pueda “regresar cuanto antes a la vida normal”, trastocada por el aislamiento social por la pandemia. Pero habrá que volver –dijo– con una “mentalidad nueva, solidaria hacia los pobres y cero de impunidad ante los que se aprovechan de los bienes y de los recursos ricos del país”.

“La coherencia entre fe y vida –postuló– ayuda a superar los virus que atentan mortalmente contra los bienes públicos: la corrupción, la injusticia, la violencia, la insolidaridad, la deshonestidad, la inequidad que atenta siempre contra los más débiles y necesitados”.

Para el arzobispo, es imperativo llevar a cabo una “urgente reforma del Estado”, pero poniendo énfasis en los distribución justa y equitativa de los bienes públicos. “Debe ser orientado bajo la luz de la verdad, cuyo fin debe ser la justicia y su fuerza motivadora, el amor a Dios y al prójimo, bajo la base sólida de la Constitución Nacional y el Estado de derecho que debe velar por la distribución justa y equitativa de los bienes públicos”, proclamó.

Agonía

En otra parte de su extensa prédica, Valenzuela habló de la agónica situación que atraviesa el sistema educativo con esta pandemia.

Y se refirió, en particular a los colegios parroquiales. “Todas las instituciones han reducido aranceles en proporciones apropiadas, tomando en cuenta la situación que atraviesan los padres de familias, incluso endeudándose momentáneamente para que la educación no se detenga”, dijo al advertir que “si no tenemos ayuda del Estado” no podrán continuar con la educación.

“En este caso, nos veremos obligados a cerrar nuestras instituciones por la insostenibilidad económica, y esto causaría un perjuicio, no solo a los alumnos, docentes, personal administrativo”, expuso.

La Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Instituciones Educativas del Paraguay (Fedapar) se opuso a los dichos del arzobispo y pidió que el subsidio sea del 50% y para todas las entidades educativas.

Qué bueno sería que los políticos y patriotas asuman la urgente reforma del Estado que debe velar por la distribución justa y equitativa de los bienes públicos.

Es un clamor histórico que se supere el clientelismo y el populismo practicado por algunos partidos políticos.

El virus nos desestabilizó social, económica y culturalmente y hasta amenaza con silenciar la vida religiosa. Edmundo Valenzuela, arzobispo metropolitano.

El presidente siguió el Te Deum desde el Palacio de Gobierno por TV

El mandatario Mario Abdo Benítez siguió desde la sede gubernativa la celebración del Te Deum realizada en la Catedral Metropolitana.

Desde sus redes sociales, el titular del Ejecutivo expresó que el país seguirá creciendo; adjuntó a sus palabras una fotografía frente al televisor observando la celebración eucarística con tapabocas y alcohol en gel cuidando todos los detalles sanitarios.

“Desde el Palacio seguimos el Te Deum con mucha fe, esperanza y con la convicción de que nuestro país seguirá creciendo cada día. Dios bendiga a nuestra tierra ¡Feliz día de la Independencia!, manifestó el presidente.

Días atrás, el jefe de Estado ya había rechazado la invitación de la Arquidiócesis para participar de dicha celebración, debido a la pandemia del coronavirus que también afronta el país.

El mandatario rechazó la invitación y recomendó que la celebración religiosa se realice con la sola presencia del arzobispo Edmundo Valenzuela, con transmisión virtual para poder acompañarla.

La celebración religiosa se llevó a cabo en la explanada de la Catedral Metropolitana y fue presidida por monseñor Edmundo Valenzuela, arzobispo metropolitano, y sus vicarios pastorales. Durante su homilía, Valenzuela envió un mensaje a las autoridades instando a mejorar el gasto público.