Hoy, 29 de setiembre, es una fecha de importancia histórica y patriótica en Paraguay. Se recuerda la Victoria de la Batalla de Boquerón durante la Guerra del Chaco (1932-1935).
Esta batalla, librada del 9 al 29 de setiembre de 1932 entre Paraguay y Bolivia, fue el primer gran enfrentamiento del conflicto y representó un “bautismo de fuego” para el Ejército paraguayo, que logró la victoria tras intensos combates.
A lo largo del tiempo, obras artísticas se inspiraron en ese hecho histórico; música, literatura, cine y teatro lo abordan.
La música folclórica paraguaya es una de las principales formas de expresión para narrar la épica de la Guerra del Chaco. La polca se convirtió en un género ideal para contar las hazañas de los soldados.
Boquerón (polca épica), cuenta con letra de Tito Cabrera Giménez y música de Florentín Giménez es una de las representaciones más emblemáticas de la batalla en la música paraguaya. Describe el asedio, la valentía de las tropas y la victoria final.
Por otra parte, Fortín Boquerón es una pieza que narra el desarrollo de la batalla y el sentimiento de los soldados. Otras canciones inspiradas en la guerra son 13 Tuyutí, de Emiliano R. Fernández o Malvita, de Herminio Giménez.
LITERATURA. Una serie de obras publicadas por la editorial Servilibro permiten revivir la historia de la Guerra del Chaco desde diversas perspectivas.
El escritor Luis Verón explora en Sábado aciago el trágico final del mariscal Estigarribia, mientras que Javier Viveros y su equipo ilustran la contienda en Pólvora y polvo, una obra de historietas.
Los Recuerdos de la Guerra del Chaco, compilados por Alfredo M. Seiferheld, ofrecen una mirada humana a través de testimonios de los combatientes. Finalmente, las Crónicas de la Guerra del Chaco, de Juan Esteban Carrón, documentan el conflicto con la mirada periodística de un corresponsal de guerra.
OTRAS PUBLICACIONES: La Guerra del Chaco I Boquerón, obra histórica de Carlos José Fernández, y Boquerón, la batalla decisiva, escrito por el Gral. de Brigada Ramón César Bejarano.
TEATRO/CINE. Tanto la obra de teatro La cruz del Chaco de Augusto Duarte, escrita en 1948, como la película boliviana Boquerón de Tonchy Antezana, estrenada en 2015, son obras inspiradas en la Guerra del Chaco que buscan explorar su profundo impacto humano.
Ambas producciones muestran cómo el arte tiende puentes y genera un diálogo sobre un pasado complejo.
En una entrevista con ÚH, el productor Max Branco, afirmó que el cine histórico tiene un poder único: “hacer sentir la historia a quienes no estaban allí”.
A través de la ficción, se puede trascender el tiempo y el espacio para comprender el drama de los combatientes de ambos lados.
La cinta, actualmente se puede ver en plataformas digitales, en memoria de este conflicto, que hoy es historia.
