29 mar. 2024

Arte callejero busca capturar memoria de la cruel guerra

La defensa contra la invasión rusa encuentra un reflejo en el arte callejero ucraniano, mientras que la destrucción de murales en la ocupada Mariúpol subraya que la parte ocupada del país lucha por mantener su identidad cultural y nacional.

La guerra cambió irrevocablemente las vidas de millones de ucranianos, que se vieron despojados de sus seres queridos, de su salud, su trabajo o sus hogares.

Miles de residentes de Mariúpol, casi completamente destruida durante el asedio ruso, hallaron refugio en la capital regional occidental de Leópolis. “En realidad no tenemos a dónde volver, nuestros hogares fueron quemados o demolidos por las autoridades rusas. Aun así añoramos regresar a nuestra hermosa ciudad”, dice Oksana Myjailyshyn (20), que administra un centro de ayuda a los desplazados de Mariúpol en Leópolis.

Un largo mural se extiende por la estrecha calle que alberga el centro. “Queremos que los locales sepan más sobre Mariúpol”, explica Oksana.

“Este es nuestro teatro, donde se refugiaban personas cuando fue destruido por una bomba rusa”, dice, apuntando al edificio destruido el 16 de marzo de 2022 con cientos de civiles dentro.

“¿Ves? Había una señal que decía ‘Niños’ porque creímos que les detendría a la hora de atacarlo”, agrega.

Además de los edificios característicos de Mariúpol y de la destruida acería de Azovstal, el mural refleja también las esperanzas de su autor, Dmytro Vovk, de regresar algún día a su ciudad natal. A las hileras de coches que la abandonaron en las primeras semanas del asedio, con franjas blancas para indicar que transportan a civiles, les sigue la imagen de una familia en una ciudad en paz. EFE