“El día lunes anunciamos los resultados del canje bajo la ley de Nueva York, que tuvo una participación masiva de nuestros acreedores y el 99% de esa deuda quedó reestructurada. Y en el día de hoy lo que tenemos es que el 98,8% de la deuda emitida bajo ley argentina, que equivalía a un monto de 41.715 millones de dólares, ha quedado reestructurada también”, anunció el ministro de Economía, Martín Guzmán, en Buenos Aires.
El éxito del canje local en su etapa temprana, y cuyo plazo final de cierre será el 15 de septiembre, sienta condiciones para que haya desarrollo del mercado de ahorro, financiamiento y capitales en pesos y bajo ley argentina, destacó el funcionario.
La reestructuración de bonos bajo ley extranjera por unos 66.000 millones de dólares se logró tras poco más de 4 meses de intensas negociaciones con los acreedores, mientras que el canje de los títulos con ley local se consiguió en mucho menos tiempo ya que se lanzó el 18 de agosto, luego de que el Congreso aprobara el proyecto enviado por el Ejecutivo.
El ministro de Economía informó que la reestructuración permitió reducir la tasa de interés promedio de 7% a 3,07%, junto a una quita de capital del 1,90%, y se logró suavizar los vencimientos en moneda nacional en los próximos tiempos. Asimismo, se logró convertir a pesos deuda por 685 millones de dólares.
Guzmán resaltó que una muy pequeña porción de los acreedores no ingresó a la reestructuración de la deuda pública argentina. “Ese 1% que quedó afuera no pudo entrar por sus modelos de negocios y se seguirá resolviendo de forma ordenada, pero está prácticamente cerrada la operación, lo mismo ocurre con el canje argentino, hay una parte que no va a poder entrar ahora por razones que son ajenas al Gobierno, pero el período de aceptación sigue abierto hasta el 15 de setiembre”.
El ministro de Economía destacó que la sostenibilidad de la deuda pública en moneda extranjera ha quedado restaurada, al tiempo que el mercado de la deuda pública en pesos está en una situación más normal y en buen camino. “Esto no es un punto de llegada, es un punto de partida fundamental para el proceso de tranquilizar a la economía argentina”, remarcó, e insistió en que el Gobierno del peronista Alberto Fernández está “en el buen rumbo” para conseguir una economía más estable y con más oportunidades.
Guzmán destacó que “además va a haber un alivio mayor en los primeros años permitiendo al sector público con otras posibilidades de hacer políticas públicas y al sector privado poder operar con mayor certidumbre que permita el desarrollo del país”, cuya economía arrastra más de dos años en recesión con altos índices de inflación, en un escenario que se ha agravado por el impacto de la pandemia del Covid-19, con fuerte aceleración del déficit fiscal y un PIB que caería este año el 12,5%, según pronósticos privados.