Mediante un decreto publicado ayer en el Boletín Oficial, Milei dispuso que “el instrumento primario de promoción del FNA será el otorgamiento de créditos”.
El organismo podrá seguir concediendo becas, subsidios, subvenciones, contribuciones y premios de estímulo a las actividades artísticas, pero “únicamente con los beneficios de las rentas, intereses e ingresos que pueda obtener por cualquier título, inclusive por legado, herencia o donación y contribuciones que reciba”.
El decreto, que también limita las remuneraciones de los directivos del FNA, afirma que la medida “implica una reducción de las erogaciones presupuestarias del organismo” y se inscribe en las políticas adoptadas por el Ejecutivo ante “la crisis económica general que atraviesa el país”.
El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, alegó que el FNA necesitaba “una profunda reestructuración” y un “importante rediseño” porque cobraba “derechos de autor de obras universales, pero gastaba una proporción inaceptable de esos recursos en sí misma”.
“Así, un organismo que se suponía que debía ayudar al arte, en la práctica con los años fue convirtiéndose en una carga para el sector. En 2023 el FNA destinó el 72% de su presupuesto (financiado por los usuarios de la cultura) a gastos de funcionamiento”, sostuvo el ministro.
El gobierno de Milei ya dispuso que los catorce miembros del consejo directivo del FNA pasarán a trabajar ad honorem y que la plantilla del organismo se redujera en un 25%. Con el decreto de ayer, los fondos del organismo se destinarán fundamentalmente a dar créditos, los cuales serán indexados para evitar la licuación del capital. EFE