“La vida no es fácil, para ninguno de nosotros. Pero… ¡Qué importa! Hay que perseverar y, sobre todo, tener confianza en uno mismo. Hay que sentirse dotado para realizar alguna cosa y que esa cosa hay que alcanzarla, cueste lo que cueste”. Reza una de las frases famosas de la investigadora científica Marie Curie y que fue aplicada por jóvenes de nuestro país en este campo.
Valentina Díaz y Rubén Robadín, con la tutoría de Esteban Duarte, obtuvieron el primer puesto en la 18ª edición en la convocatoria 2020 del Premio Nacional Juvenil de Ciencias Pierre et Marie Curie, impulsado por la Embajada de Francia, la Alianza Francesa y el Conacyt. Su proyecto ganador es el Programa detector de tapabocas con alerta de circulación comunitaria. Ellos son del colegio Sagrado Corazón de Jesús, Salesianito.
Valentina afirma que la obtención de este premio le brinda mucha confianza en sí misma y subraya que es posible lograr algo si uno se lo propone y se dispone a dar lo mejor para ese objetivo. “El valor (del premio) en mi futuro profesional creo que será importante, por la experiencia y los conocimientos que adquirí durante el desarrollo del proyecto, y también por la oportunidad que me brinda de estudiar un idioma prestigio como el francés”, dice.
Proyecto. El proyecto tomó unos cinco meses terminarlo y es de uso informático. Se trata de un programa que utilizando una cámara e inteligencia artificial puede identificar un rostro y si cuenta o no con tapabocas. El sistema puede ser utilizado en diferentes espacios colaborando con el sistema de control.
“La idea es aportar un granito de arena para ayudar a la sociedad en esta etapa de pandemia. El proyecto está preparado para su inserción a la sociedad, y es posible implementarlo en cualquier lugar cumpliendo su función de optimizar el sistema de control del uso obligatorio de tapabocas y llevar un mayor control sanitario. Esto permite llevar un día a día más seguro ante esta situación tan difícil que estamos atravesando”, comenta Valentina.
La joven asegura que hay “una gran cantidad de mentes” capaces de crear y desarrollar ingenios de cualquier tipo en nuestro país, colaborando con su desarrollo. En este sentido lamenta la falta de interés en la ciencia por parte de las autoridades.
“La clave sería implementar un Plan Educativo adecuado e ideado según nuestra realidad y necesidades” añade.
Valentina deja un mensaje a los jóvenes invitándolos a no decaer. “Cada joven atraviesa una lucha diferente, pero desde mi experiencia puedo confirmar que todo es posible. No digo que sea fácil, pero no deben rendirse, levántense, piensen en lo que les gustaría ser el día de la mañana, organicen lo que tienen que hacer para llegar a eso, planifiquen, proyéctense. Siempre luchen primero por estudiar y ser un profesional”.
Positivo. Valentina Díaz y Rubén Robadín son ganadores del Premio Nacional Juvenil de Ciencias, con un proyecto relacionado a los tababocas.