Es que al Decano le cuesta demasiado ser protagonista, equivoca los caminos, se desordena y no consigue resultados. Además, tiene groseros errores, como el que ayer provocó el gol de los albicelestes. De un lateral, la mala marca y los rebotes dejaron a Marcelo Acosta frente al arco y facturó.
De Guaireña, el gol y nada más, se dedicó a aguantar el resultado más de 80 minutos y le funcionó. Por la ineficiencia de Olimpia, que cuando debió cargar con centros el área rival (teniendo a dos 9 en el campo como Bruera y Paiva, algo inédito en el ciclo Aguirre), no lo hizo y cuando salió Bruera, aparecieron los centros.
Además, con una cancha maltratada como estaba el Parque del Guairá por las lluvias, el Franjeado intentaba llevar el balón a ras del suelo. Una reivindicación a lo que es Villarrica, lo hacía todo al revés.
Para mejorar. A Olimpia le quedará solamente la Libertadores, donde debe afinar su artillería y lo que de momento mantiene a Aguirre en el cargo.
Le restará mayor continuidad de valores como Manuel Romero o el mismo Alex Franco, jóvenes de buen rendimiento que le ofrecen cosas distintas en ataque al Decano.
Guaireña tiene una base importante de jugadores, pero el miedo a perder es muy fuerte que no lo deja jugar. Debe tener un creador en el medio que habilite a jugadores como Verdún, Viera o Núñez, que saben marcar goles, pero no son bien asistidos para eso.
Guaireña aprovechó la irregularidad franjeada y sacó una victoria por 1-0.
Miguel Paniagua
El central de Guaireña encabezó la defensa feroz de la victoria, ordenó a sus compañeros y logró el objetivo en el Parque.
13
partidos y un total de 189 días tuvo que esperar Guaireña para volver a ganar en el Apertura, otra vez por 1-0.