El 22 de febrero pasado, representantes de Paraguay y Brasil fijaron el 30 de mayo como fecha para la firma del nuevo Anexo C de Itaipú, tras una reunión entre referentes oficiales de nuestro país y de la nación vecina, en Mburuvicha Róga.
Por entonces, consideraron que el avance de las negociaciones hacía posible llegar a un acuerdo pleno para finales de mayo.
Pero, el 31 de marzo, la agencia de comunicación de Brasil, UOL, y el diario O Estado revelaron un supuesto esquema de hackeo contra autoridades del Gobierno paraguayo, que seguía activo en el gobierno de Lula. Como reacción, el canciller nacional anunció la suspensión de las negociaciones del Anexo C.
El ministro de Minas y Energía del Brasil, Alexandre Silveira, expresó su preocupación por el trato “mostrado por los paraguayos” respecto a las conversaciones, y exigió que las negociaciones del Anexo C concluyan en el plazo pactado.
Silveira habló de una violación del compromiso firmado hace un año y afirmó que si el proceso no se concreta a tiempo, estará en riesgo el acuerdo, incluida la fijación de la tarifa de la planta en USD 19,28 por kW mes en 2024, 2025 y 2026. Esto significa que la tarifa podría reducirse y volver a USD16,19/kW mes, lo que llevaría las negociaciones del Anexo C nuevamente al inicio.