El hecho se produjo el lunes de tarde en la vivienda ubicada en Mariscal López casi Bernardino Caballero de Loreto, propiedad de la familia Barboza Vera, cuyos 5 hijos se dedican a la agricultura mecanizada.
Humberto Barboza, uno de los hermanos, halló el artefacto e incluso lo movió de lugar. Luego de la denuncia, ayer a la mañana, explosivistas de la policía desactivaron la bomba.
Según el suboficial inspector, Ignacio Romero, explosivista de la FOPE, el objeto es una sustancia explosiva tipo gelatinoso de color blanco con batería, con temporizador y cordón detonante. “No contiene esquirlas, pero su potencia bastaba para liquidarle al joven que lo tocó, por suerte, posiblemente tenía una falla de conexión”, dijo uno de los policías que trabajó en la desactivación.
Barboza atribuye a la gente de una comunidad rural que no está de acuerdo con el cultivo de soja. “El miércoles nos quemaron una trilladora, el domingo nos dejaron un panfleto de amenaza y ahora ya casi cumplieron con atentar contra nuestras vidas”, señaló.
Destacó que ellos son personas trabajadoras que deben seguir con su proyecto, porque tienen compromisos con 30 personas que trabajan en la empresa. “Pedimos garantía a las autoridades para seguir trabajando, nosotros cumplimos con ley, por eso, nos permiten cultivar la soja”, indicó.
El fiscal Carlomagno Alvarenga investiga el caso. Las imágenes del circuito cerrado podrían ayudar a identificar a quienes instalaron el artefacto en el lugar.
