Justiniano Riveros
CONCEPCIÓN
Los alumnos del Colegio Alejo García de los Hermanos Maristas de la ciudad de Horqueta festejaron su último primer día (UPD) de clases de una manera diferente, llevando su solidaridad a una joven con discapacidad.
El loable gesto se cumplió este lunes en la comunidad de Espajín, hasta donde llegaron los jóvenes uniformados con la sigla de UPD en la vivienda de Mirna Recalde, una joven –como ellos– de 18 años, muy humilde y con discapacidad. “Venimos a entregarle estos obsequios a su hija que tiene nuestra edad, como una forma de festejar nuestro último año de colegio”, dijo una de las estudiantes.
Los alumnos que pertenecen al colegio religioso mencionaron que esta iniciativa surgió con el objetivo de modificar la temática de los festejos del UPD, que, más allá de ser una mera actividad festiva, puede convertirse en una tradición que ayude a la ciudadanía y de esa manera dejar un legado como cursos e instituciones. ”No solo debe ser fiesta, sino ayudar y solidarizarse con los más necesitados, esperamos que se convierta en una tradición”, señaló otra joven estudiante.
LA ELEGIDA. Cayetana Recalde, madre de la joven elegida por sus contemporáneos como la beneficiaria de su UPD, destacó que ni siquiera esperaban esa visita y que agradece muchísimo el gesto.
“No sé cómo agradecer esta visita, es una alegría enorme que nos dan, en especial a mi hija, porque está rodeada de gente de su edad y eso le hace feliz”, señaló emocionada la mujer.
La actividad realizada por los alumnos del colegio horqueteño fue muy aplaudida por los ciudadanos y la consideran como ejemplar, ya que el UPD, en otras instituciones, suele convertirse en una desenfrenada farra entre estudiantes que llegan borrachos a sus colegios con el permiso de los padres y los directores.