Del total de abogados asesinados en el período de referencia, alrededor de 130 de los casos se registraron entre 2010 y lo que va de 2018, indicó en un informe el organismo de derechos humanos.
Señaló que le preocupa el nivel de impunidad que rodea a estos casos, ya que ello “impide que se conozcan las causas” de esos crímenes.
El organismo de Derechos Humanos condenó la muerte violenta este lunes del abogado Reynaldo Barahona, quien fue atacado por hombres que llevaban chalecos antibalas y emplearon fusiles.
Barahona, quien hace dos años había solicitado protección a las autoridades, fue asesinado mientras desayunaba en un comedor en las inmediaciones de la Corte Suprema de Justicia y la Casa Presidencial, en Tegucigalpa, donde prevalece la presencia de policías y militares.
El ente estatal hondureño hizo un llamado a las autoridades a establecer mecanismos efectivos de seguridad que permitan fortalecer la protección del derecho a la vida en el país.
“Es urgente que las autoridades hondureñas establezcan mecanismos de seguridad que permitan salvaguardar la integridad física y la vida de los profesionales del derecho y sus familiares”, subrayó.
Resaltó además la importancia de fortalecer la investigación y lograr una mejor coordinación entre los operadores de justicia para “reducir drásticamente el alto nivel de impunidad” en el país centroamericano.
Más del 70% de los crímenes de abogados se registran en los departamentos de Francisco Morazán y Cortés, centro y norte del país, añade el informe del organismo hondureño de Derechos Humanos.
Según el Comisionado Nacional de Derechos Humanos, más del 90% de los abogados fueron asesinados con arma de fuego.
Además, indica que entre los 153 abogados asesinados figuran especialistas en Derecho Penal y Mercantil, fiscales del Ministerio Público, jueces de la niñez y defensores de organizaciones campesinas, entre otros.