El secretario general de la OEA, Luis Almagro, dio ayer un espaldarazo a la aspiración a la reelección del presidente de Bolivia, con base en un argumento ya empleado en América Latina, lo que para la oposición boliviana supone una traición al avalar una candidatura ilegal. “Sería absolutamente discriminatorio que Evo Morales no pudiera presentarse a las elecciones de octubre en Bolivia”, expresó él jefe de la Organización de Estados Americanos (OEA) que desató la euforia del oficialismo y las iras de la oposición en La Paz. Almagro llegó a la sede del Gobierno Boliviano para firmar un acuerdo que facilite la labor de observadores de la OEA en los comicios del 20 de octubre. La firma dio paso a un discurso en el que defendió a Morales refiriendo que tiene los mismos derechos que otros presidentes latinoamericanos que pudieron optar a la reelección con base en un fallo judicial. Este fallo a favor lo obtuvo Morales en 2017, cuando el Tribunal Constitucional de su país reconoció el derecho a una reelección indefinida en virtud del Artículo 23 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. El mismo fue utilizado por Óscar Arias en Costa Rica, por Daniel Ortega en Nicaragua y por Juan Hernández en Honduras, entre dudas jurídicas y críticas políticas de que esa interpretación, es un derecho a la reelección indefinida sea la excusa para perpetuarse en el poder. EFE