En Rusia, que libra armas a ambos países y se erige en árbitro regional, el presidente Vladimir Putin llamó al cese de los enfrentamientos, los peores en esta zona disputada desde el 2016, cuando murieron 110 personas.
LLAMADO A LA CALMA. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, insistió igualmente a “cesar de inmediato los combates [...] y a regresar cuanto antes a negociaciones significativas”.
Guterres tiene intención de reunirse con el presidente azerbaiyano, Ilham Aliev, y el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan.
Estados Unidos reaccionó poco después y pidió a ambas partes “cesar inmediatamente las hostilidades”. Los beligerantes se culpan mutuamente de iniciar los combates. Pashinyan acusó a su enemigo histórico de haber “declarado la guerra al pueblo armenio” atacando Nagorno Karabaj, región separatista en Azerbaiyán de mayoría armenia, sobre la que Bakú no tiene el control desde la caída de la URSS. Aliev denunció por su parte una “agresión” armenia y prometió “vencer” a Ereván.
Los dos bandos intercambian desde la mañana de ayer disparos de artillería, desplegaron blindados y Azerbaiyán realizó bombardeos aéreos. AFP