Para subir al transporte público e ir al trabajo será requisito desde el jueves próximo en el país germano estar vacunado, tener test negativo en mano o haber superado la enfermedad, mientras que los no vacunados tendrán además vedado el acceso a bares y restaurantes.
Pese a su campaña de vacunación, Alemania se acerca a su invierno con récords de contagios diarios y el jueves pasado se convirtió en el principal foco de nuevas infecciones de Europa y el segundo en el mundo, con 65.371 nuevas infecciones diarias, solo por detrás de Estados Unidos. Aunque la cantidad de hospitalizados está por debajo de la que tuvo en diciembre pasado, según se desprende de los datos oficiales.
En un intento por frenar el aceleramiento de esta cuarta ola, el Parlamento alemán aprobó el pasado viernes una serie de medidas que, si bien no estipulan una cuarentena nacional, restringen la actividad social de los antivacunas.
La disposición estipula que desde el próximo jueves, los no vacunados no podrán acceder al transporte público ni asistir al trabajo a menos que presenten un test negativo de Covid-19 o hayan superado la enfermedad.
En tanto que en los estados en donde hay más de 3 hospitalizados por cada 100.000 habitantes, los no vacunados quedarán vedados de ingresar a bares y restaurantes, con excepción de los recuperados. Pero en los Estados en los que el índice de hospitalización llegue a 6, incluso los vacunados y recuperados tendrán que presentar un test negativo para acceder a los referidos espacios.
En la mayoría de los estados alemanes el índice ya supera 3 hospitalizaciones y en algunos como Bavaria incluso está encima de 6, por lo que la medida ya es un hecho.
El estado autónomo de Bavaria fue más allá y dispuso desde el lunes una cuarentena “de facto” para los no vacunados, que tampoco tendrán permitido hacer reuniones de más de 5 personas de dos hogares. Mientras que cerrarán todos los bares, discotecas y restaurantes hasta la mitad de diciembre.
Quedan excluidos de estas restricciones los niños menores de 12 años. “Estamos claramente en una situación de emergencia”, afirmó el ministro de Salud alemán, Jens Spahn, en conferencia de prensa. Alertó que la cifra de nuevos contagios por cada 100.000 habitantes en los últimos siete días se quintuplicó en las últimas cuatro semanas, situándose en 336,6. Hace cuatro semanas era de solo 66,1.
VACUNACIÓN OBLIGATORIA. Aunque a nivel nacional no se impuso la vacunación obligatoria, como ocurrió en Austria, a nivel regional algunos estados autónomos, como Berlín, sí dieron el paso, pero solo para el personal de blanco y de hogares de adultos mayores que trabaja con personas de alto riesgo. Mientras que a nivel nacional para este mismo grupo se acordó en el Parlamento exigir la presentación de test negativos diariamente.
Además, desde la semana pasada, Alemania restableció la gratuidad de los test antígenos en todo el país. Cada ciudadano tiene derecho a un test por día.
El 67,9% de la población del país, unas 56.426.411 personas, completaron ya su esquema de vacunación, unas 5.199.713, el 7,5%, recibieron su dosis de refuerzo, mientras que un 70,4%, unas 58.507.255 personas, recibieron su primera dosis, de acuerdo con datos del Instituto de Infectología alemana (RKI).
CAMAS DE TI. Pero pese a los récords de infectados, la cifra de pacientes en Terapia Intensiva (TI) está todavía por debajo del máximo alcanzado en la Navidad pasada cuando 5.583 camas llegaron a estar ocupadas, el 25% de las disponibles. Actualmente, 3.431 víctimas del Covid son atendidas en TI, la mitad de las cuales reciben respiración asistida. Esta cifra representa el 15,3% de las camas disponibles.
Pero solo 2.455 camas siguen disponibles, el resto, 16.292, están ocupadas con personas que padecen de otras dolencias.
Las nuevas restricciones entrarán en vigencia el próximo jueves 25 de noviembre y, a pedido del Gobierno saliente, serán evaluadas el 9 de diciembre próximo.
TRASPASO. El proceso de aprobación de las medidas se dio en medio de las negociaciones por el cambio de gobierno en Alemania, en donde en diciembre asumirá como nuevo canciller el socialdemócrata Olaf Scholz.
“Estamos en una situación algo insólita (por el cambio de gobierno). Pero no importa que sea el Gobierno en funciones o el que se está formando. Tenemos que actuar rápido”, expresó al respecto Merkel, del partido de la Democracia Cristiana, la semana pasada.
Desde que se inició la pandemia, el Covid se cobró la vida de 98.751 personas en Alemania, el jueves pasado fallecieron otras 207.