Aileen Wuornos se la conoce como la primera asesina en serie de los Estados Unidos, debido a que su modus operandi se ajustaba como un guante a la forma de matar
de los asesinos seriales varones.
La ira acumulada hacia el género masculino que la había cosificado desde niña y el deseo de conseguir dinero fácil la llevaron a asesinar “como un hombre”, lo que generó una gran confusión social (“¡una mujer no mata de ese modo!”), y bloqueó la potencial empatía de la gente con sus circunstancias vitales.
El caso de Aileen Wuornos sacudió los cimientos de la sociedad estadounidense, que en la década de 1990 era, en determinados aspectos, profundamente conservadora.
“Por primera vez, una mujer entraba a formar parte del salón de la fama de los asesinos en serie. Entre los años 70 y 90 del siglo XX, la fascinación por estos perfiles criminales creció exponencialmente”, señala el libro Aileen Wuornos, La Mujer Araña, el séptimo libro de la colección Rostros del Mal, que llega a través de Colecciones UH mañana, domingo 04 de agosto.
La colección que presenta el lado más oscuro del ser humano, entre ellos el de esta asesina, se ofrece cada domingo, a un costo de G. 40.000 por tomo. La compra es opcional.
MÁS DEL TOMO
El criminólogo Vicente Garrido, que realizó un exhaustivo trabajo de documentación sobre fuentes, investigaciones policiales, juicios y el legado de cada figura, dice que el calificativo de Wuornos es incorrecto, ya que antes que ella hubo otras mujeres asesinas en serie en los Estados Unidos como, por ejemplo, Jane Toppan, quien cometió 31 homicidios entre 1880 y 1901.
Wuornos es una cazadora, dice, y harta de su vida miserable y de los hombres de quienes dependía para subsistir, ella comienza su serie de asesinatos.
El próximo número es Robespierre. El alma del terror.