Pereira se realizó un chequeo médico, puesto que recibió un golpe en la frente. Dijo que del golpe recién se percató luego porque acusó un chichón. Dijo no haberse dado, había dado cuenta porque tenía que seguir informando. El legislador colorado no solo las agarró con fuerza, sino que también cerró la puerta por el micrófono y brazos de las periodistas.
“Después nos miramos con la compañera y las dos estábamos temblando y lo que más rabia te da es que había dos diputados en frente mirando la forma en la que actuó su colega y no hicieron nada y te dicen ellos ‘¿qué podemos hacer?’ y la respuesta correcta ante qué podes hacer es no quedarte callado, porque la violencia no es algo que uno deba dejar pasar y sobre todo de la forma en que la cometió él. Parece tan seguro de que va a terminar impune...”, dijo. Lamentó el desenlace violento de Esgaib. “Imagínate haber tenido que terminar tu día laboral de esta forma”, dijo.