Según sus compañeros, Almada “emitía falsedades y recurría directamente a instancia superiores sobrepasando la autoridad de los jefes”.
El pedido de desafectación de la citada funcionaria hecho por Franco y Vera, que son de extracción liberal y colorada, respectivamente, obedecía además a una queja generalizada en dicha oficina electoral, de que Almada hacía traslados irregulares de votantes.
El 11 de noviembre pasado, la Dirección de Recursos Humanos, a cargo de Natalia Almirón, mediante una notificación dirigida a los jefes distritales “desafectaba” finalmente a Almada.
Franco y Vera incluso habían hecho “mención de la actitud de la compañera” en una misiva remitida a los ministros del TSJE.
Pero para sorpresa de los denunciantes, ese mismo día 11 de noviembre partió una contraorden desde la oficina de RRHH al Registro Electoral de San Antonio, dirigida a los jefes de dicha dependencia, en la que se da un giro a la decisión y antes que desafectar a Almada la misma fue ascendida incluso como superiora de sus propios jefes.
El cargo creado para Almada, que no existe en el organigrama, fue la de Supervisora de la Dirección de RRHH en dicha oficina distrital.
A raíz de que su ascenso se dio nada más horas después de la otra resolución de RRHH que la desafectaba, los denunciantes afirman que la misma tiene la protección de una rosca que opera al más alto nivel en el TSJE, y que estaría bajo el aval de la misma directora de Registro Electoral, María Teresa Peralta, a quien, según las denuncias, respondería la titular de RRHH.
Peralta, quien dirige la entidad encargada de confeccionar el padrón electoral para las próximas elecciones, es acusada además de buscar coloradizar las oficinas distritales y para ello inició una serie de sumarios a funcionarios que responden a partidos de la oposición.
Los denunciantes, quienes piden el anonimato, acusan a Peralta de iniciar una caza de bruja y de amedrentar para armar un equipo de leales.
A la denuncia de que busca coloradizar oficinas distritales del Registro Electoral, a María Teresa Peralta la acusan también de ubicar a sus leales en los puestos claves creando incluso nuevos cargos.