La proyección de crecimiento del producto interno bruto (PIB) de la ganadería se corrigió a la baja, pasando de 1,9% a 0,9%. Esta estimación del BCP se basa en un ritmo de faenamiento de bovinos inferior a lo que se había anticipado en marzo. Este desempeño influye en la menor producción de carne, que a su vez explica el ajuste a la baja de 2% a 1,7% en la industria manufacturera.
Sobre estos datos que se desprenden del último Informe de Política Monetaria, el presidente de la Asociación Paraguaya de Productores y Exportadores de Carne, Fernando Serrati, dijo que se veía venir como consecuencia de la falta de mercados, especialmente del acceso a China y de los bajos precios que impactan en los proveedores de animales. “La actividad ganadera está decayendo y eso afecta a la rentabilidad de las empresas en baja, nula o negativa ganancia. Eso va a repercutir en la productividad y tasa de empleo”, expresó acerca de la posibilidad de que la tendencia negativa continúe.
Asimismo, advirtió que este escenario en que considera que el eslabón productivo es el más perjudicado, también se extenderá a la industria que a partir del próximo año podría sufrir la falta de materia prima.
Sobre los precios, detalló que la industria recibió en enero por la exportación de carne y menudencias USD 4.630 por tonelada, cotización que fue subiendo en los meses posteriores hasta ubicarse en USD 5.036 por tonelada; sin embargo, esta ventaja no se trasladó a los productores, según Serrati.
En sus perspectivas, la Banca Matriz analizó además el factor climático como uno de los principales riesgos para la actividad económica, ya que la ocurrencia del fenómeno denominado “El Niño” en los próximos meses podría afectar con copiosas lluvias e inundaciones, especialmente a la construcción y la ganadería.