Por: Romina Aquino González.
Fotos: Fernando Franceschelli.
Pablo Chamorro (25) e Israel Alcaraz (24) son dos jóvenes entusiastas que hace un par de meses egresaron de la Facultad de Ciencias y Tecnología de la Universidad Católica de Asunción (UCA), presentando como tema de tesis un biciclo que puede funcionar con energía eléctrica.
Pablo cuenta que ambos son aficionados al diseño automovilístico y siempre estuvieron especialmente interesados en los transportes y las ruedas, por lo que una de las ideas iniciales fue desarrollar un auto eléctrico, pero investigando encontraron que unas estudiantes de la UCA ya habían elaborado ese prototipo. “Bromeamos con que nos robaron la idea”, menciona entre risas, aunque allí advirtieron el trabajo, tiempo y dinero que llevaba elaborar un auto en comparación con una bici.
El plan de la bicicleta prosperó y se animaron a pisar el acelerador. “Nosotros queríamos llevar adelante el proyecto, pero también necesitábamos que tuviera un fundamento para realizarlo acá”, explica Pablo. Entonces empezaron a hacer encuestas con amigos, familiares, compañeros y usuarios de ese tipo de vehículo para conocer en qué situaciones lo utilizaban y cuáles eran los obstáculos o los impedimentos para no hacerlo.
Algunos de los problemas que identificaron fueron que las personas no querían ir a su trabajo en bici, porque llegaban sudadas y en sus oficinas no contaban con duchas. Otras se refirieron a las subidas y bajadas con las que cuenta Asunción, y que eso dificulta mucho el andar, como también la falta de bicisendas.
Diseño ideal
Una vez que empezaron, el proceso fue de ensayo y error. Tenían muchas posibilidades, pero también una realidad que los limitaba: tiempo y presupuesto. Por ello decidieron centrarse en el diseño y la mecánica, los chiches vendrían después, en una segunda fase.
“Queríamos subir el estándar de calidad en cuanto a la estructura, su atractivo y, por supuesto, la utilidad, en comparación con otros modelos que vimos. Desarrollamos un prototipo más aerodinámico y futurista”, comenta Israel y da como ejemplo el hecho de que por lo general las bicicletas eléctricas tienen la batería o el motor afuera, y que por el contrario, ellos buscaron esconderla para que sea más atractiva a la vista.
La estética no fue el único foco, sino también el impacto, ya que buscan promover la utilización de medios de transporte no contaminantes y la actividad física, apuntando a un estilo de vida saludable y ecológico.
“Está desarrollada con los requerimientos internacionales de control medioambiental, utilizando piezas mecánicas y eléctricas, motor/batería de alta resistencia, larga duración y fácil reparación que evitan el desperdicio de materiales. Además, posee piezas estándar que admiten su constante actualización, permitiendo su funcionamiento adecuado a través de los años sin mucho costo de mantenimiento”, detalla Pablo.
Formas de uso
Quasar, como resolvieron llamar a la marca, por relacionarse con los agujeros negros que absorben y expulsan energía, es un transporte híbrido que puede tener tres modos de uso, de acuerdo al usuario y su conveniencia.
La primera opción es utilizarla como una bicicleta convencional, realizando el pedaleo tradicional; la segunda es encendiendo el motor y usando el acelerador sin pedalear, y la tercera forma es a través del sensor del pedal, que va jalando cada vez que se pedalea.
“La idea de que sea eléctrica también es para ayudar por si la persona se cansa; como hay muchas subidas y bajadas, eso le va a generar un poco más de resistencia”, señala Israel.
Pablo comenta que se utilizan dos energías limpias: a sangre y la eléctrica. “Te vas de mañana a motor y volvés pedaleando. Es ideal para las personas que tienen obesidad, enfermedades cardiovasculares o cuentan con algún otro problema, ya que pueden ir de a poco con la bici eléctrica”, considera.
La bicicleta cuenta con un enchufe común y corriente, y con tres horas de carga ya está lista para ser usada.
¿De dónde compraste?
Los diseñadores afirman que su biciclo tuvo buena receptividad, a pesar de que también hubo gente que les dijo que si tenía motor dejaba de ser una bicicleta. “Nos preguntaban de dónde compramos o si íbamos a fabricar más. Algunos nos decían: ‘¡Qué purete tu bici!’”, recuerdan.
Les alentó bastante el interés de las personas y tienen planeado exhibir el modelo en diferentes comercios de bicicletas, para que se conozca y que, en algún momento, llame la atención de algún inversor, para fabricarla a mayor escala.
Mientras tanto, se tomarán un año sabático. Fueron periodos muy intensos los que pasaron hasta poder entregar la tesis, por lo que ahora queda descansar y seguir con otros proyectos personales. Israel decidió continuar con los estudios y cursar Ingeniería Industrial en la Universidad Paraguayo Alemana. Pablo, por su parte, se encuentra trabajando en lo que más le apasiona, dibujando y diseñando en 3D con un ingeniero civil.
“Hay que hacer proyectos como este para incentivar, y por otro lado, presionar, para que también se lleven adelante trabajos como el de la bicisenda”, finaliza Pablo.
Queda el aprendizaje y el mensaje de que podemos seguir buscando alternativas para transitar nuestras calles.
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Características
• Cuadro de aluminio – serie 6.000.
• Cobertura de fibra de vidrio a modo de refuerzo y protección.
• Motor eléctrico de 250 w.
• Batería interna 36 v 15 A.
• Luces led delanteras y trasera.
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Reglamentación internacional
La Unión Europea establece algunas reglamentaciones para que puedan circular con categoría de bicicleta:
• Puede tener acelerador si solo es efectivo cuando se pedalea.
• El motor se desconecta a partir de 25 km/h.
• Su potencia no es superior a 250 w.
• El peso del conjunto no debe superar los 40 kilos.
• Al resto de las bicicletas eléctricas se las considera ciclomotores eléctricos y requieren de licencia de conducción y seguro específico de accidentes.