A mitad de semana, el mandatario realizó una jornada de gobierno en el Departamento de Boquerón.
Allí sorprendió a las autoridades porque decidió cambiar la rutina. Primeramente realizó la jornada de comando en jefe en el III Cuerpo del Ejército con sede en Mariscal Estigarribia.
Luego, con toda la comitiva se trasladó hasta el destacamento aeronáutico Tte. 1° PAM Pelayo Prats Gill para observar las instalaciones y saludar a los efectivos apostados en la zona fronteriza.
Lo que observó no le gustó al mandatario, quien llamó la atención al comandante de la Fuerza Aérea, general del Aire Juan Pablo Paredes González, y al comandante de las Fuerzas Militares, general Óscar González.
El Ministerio de Defensa maneja un alto porcentaje del Presupuesto 2020. Dispone de G. 1,88 billones, lo que le posibilita contar con más recursos para equipamientos. Pese a esta situación, hay poca inversión en los cuarteles apostados en el Chaco.
Las condiciones en que se encuentran los efectivos militares llamó la atención al jefe de Estado. Ordenó al comandante de la FAP que tenga mayor presencia y que visite cada 15 días los cuarteles que pertenecen a su jurisdicción.
Lo mismo al comandante de las Fuerzas Militares, responsable de administrar todas las unidades a nivel país.
Una bicicleta. De allí, el presidente se trasladó más de 50 kilómetros hasta el límite de Pozo Hondo (frontera con Bolivia y Argentina). Lo hizo por tierra.
El ministro de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad, Arnaldo Giuzzio, acompañó el recorrido presidencial. También estuvo presente el ministro de Defensa, Bernardino Soto Estigarribia.
Se constató que inclusive algunos efectivos solamente disponen de una bicicleta para hacer sus recorridos en plena zona fronteriza. Igualmente, son deplorables las condiciones del tanque de agua.
Observó las condiciones en que se encuentra la Trinchera Histórica de Campo Jurado.
Además de los cuarteles, verificó las condiciones de algunas comisarías de la zona.
Durante el recorrido que realizó en la base aérea Prats Gill, el presidente constató las condiciones precarias. Ordenó a los jefes militares mayor presencia y visita periódica a la zona de Boquerón.