De mal en peor transcurrió para los pobladores de los barrios San Pablo, Hipódromo, Nazareth y Terminal el drama del servicio del transporte público, el cual de la frecuencia irregular de las líneas 10 y 25 pasó a la suspensión total de la cobertura.
Las calles internas de estos populosos sectores de la capital quedaron sin la presencia de los buses y, actualmente, solo las unidades de la línea 13 pasan por De la Victoria pero antes de ir al centro asunceno van indistintamente a Loma Pytá o Trinidad.
Estudiantes y gente que trabaja tanto en el microcentro capitalino como en otros municipios del Área Metropolitana, que en conjunto representan unos 60.000 usuarios, deben caminar en promedio unas 15 cuadras para salir a las avenidas Eusebio Ayala o Fernando de la Mora para tomar un colectivo que los lleve directamente a sus destinos, según datos del Centro Municipal Nº 4 Mburucuyá.
El panorama se torna más riesgoso en horas de la noche o jornadas de mucho frío, donde muchas personas ya fueron víctimas de asaltos que se cometen ante la ausencia de efectivos policiales en la vía pública.
También a la siesta el peligro es latente para la gente si se considera la existencia de gran cantidad de predios baldíos con tupidos yuyales en diferentes puntos de estos barrios, los cuales son utilizados por los malvivientes como aguantaderos.
Esta situación obligó a la dirección del colegio nacional Pablo L. Ávila a cerrar el tercero de la media en horario nocturno, puesto que la mayoría de los alumnos proviene de Villa Elisa, Fernando de la Mora o San Lorenzo.
LUCHA. El Centro Municipal tiene bajo su jurisdicción a 36 comisiones vecinales en las cuatro zonas barriales y su director, Rafael Sequeira, trabaja en la conformación de un frente común para exigir una solución definitiva al problema que data de hace dos años y medio.
Existen algunas organizaciones que ya hicieron el reclamo correspondiente ante la Secretaría del Transporte del Área Metropolitana de Asunción (Setama), sin que hasta la fecha el caso haya sido regularizado.
Sequeira dijo que se verá la posibilidad de involucrar a la Junta Municipal de Asunción para ver qué tipo de medidas se pueden tomar para garantizar a la numerosa población la prestación efectiva del servicio en los barrios mencionados.
Precisamente las líneas 10 y 25, permisionarias de la Municipalidad de Asunción, sufrieron la cancelación de sus respectivas habilitaciones por parte de la Comuna capitalina debido al mal estado de su parque automotor.
Sin embargo, la queja de la gente de estas áreas de la ciudad obedece a la falta de criterio de las autoridades municipales al no prever el ingreso de otras empresas del transporte público hasta tanto se conceda de nuevo el itinerario a otras unidades interesadas en el recorrido indispensable para los vecinos.
INFRAESTRUCTURA. Un factor que desalienta a los empresarios a ingresar a San Pablo, Nazareth, Hipódromo y Terminal es el mal estado de sus empedrados, los cuales presentan profundos hundimientos a raíz de la presencia de agua servida.
La misma avenida De la Victoria tiene malformaciones y baches en amplios tramos de su recorrido.
Estos daños en el pavimento, que se mantienen pese al pago de la tasa de conservación por parte de los contribuyentes, se constituyen en un factor que deteriora progresivamente el estado de los ómnibus que circulan por sus calles.