14 ago. 2025

40 heridos tras accidente de un bus paraguayo en Brasil

9 de ellos siguen internados, 2 en grave estado. Son miembros de una academia de danza de Zeballos Cué. El percance ocurrió en la madrugada de ayer, en la Sierra de Pinto, en el Estado de Río Grande del Sur.

“Fue un gran susto. Fuimos las primeras personas en llegar. Sólo estaba una mujer haciendo una señal en la ruta, tratando de parar otros vehículos. Eran niños llorando desesperados. Madres en pánico buscando a sus hijos. Era mucha gente herida. Había sangre en todo el lugar. Una criatura fue lanzada por la ventana del segundo piso del ómnibus. Rompió el vidrio y se golpeó contra el asfalto”.
Este es el relato de la periodista Sabrina Reis, de 28 años, una de las primeras personas en llegar al kilómetro 4, de la ruta del Sol, en la Sierra de Pinto, en el estado de Río Grande del Sur, Brasil. En ese sitio, un ómnibus paraguayo que llevaba 64 pasajeros chocó contra la banquina a raíz de la pista mojada, además de los baches.
La impactante experiencia fue publicada en la edición digital del diario Zero Hora.com.br, que exhibe las fotografías del ómnibus paraguayo de la empresa Sol del Paraguay, que había sido rentado por la Academia de Danzas Vivencias, de Zeballos Cué, para el viaje.
El bus había salido de Paraguay el pasado miércoles, con 58 personas mayores, y seis menores, para competir en el Brasil. Fletaron el bus para desplazarse a las ciudades donde había presentaciones.
Según informó María Liz Barrientos, funcionaria de la empresa Sol del Paraguay, el sábado por la noche habían partido de la localidad de Bento, cerca del sitio donde se registró el accidente rutero.
EL PERCANCE. La prensa brasileña informaba que el accidente ocurrió cerca de las 2 de la madrugada de ayer. La pista estaba mojada a raíz de la lluvia caída en la zona, a lo que se sumó la cantidad de baches que tenía la pista a consecuencia del tránsito de camiones de gran porte con exceso de carga.
Así, el conductor perdió el control del rodado y chocó contra la banquina. La prensa brasileña indicaba que el Departamento Autónomo de Estradas de Rodagem (DAER) negó que haya baches en el lugar, supuestamente porque esa zona había sido inaugurada a finales del año pasado. Alega que estaba en buenas condiciones.
Como consecuencia de la colisión, los menores Gustavo (7) y su hermano Enzo Duarte Benítez (6) fueron lanzados por la ventana del segundo piso del vehículo y cayeron al asfalto. El primero tuvo traumatismo de cráneo, mientras que el segundo sufrió rotura de costillas, de acuerdo con datos conocidos por este diario.
Los medios brasileños indican que también está grave Humberto Daniel Duarte Benítez, otro hijo de Gustavo Duarte y Lidia Catherine Benítez de Duarte, quienes también sufrieron lesiones en el accidente. Una profesora de danza sufrió heridas por los vidrios rotos, conforme los datos. Uno de los menores ya abandonó la sala de terapia intensiva, se supo.
AYUDA. Una de las primeras en llegar al sitio, a eso de las 3.15, como se indicó más arriba, fue la periodista Sabrina Reis. Una vez repuesta del susto, tras observar la impresionante escena, llamó por teléfono al Grupo Rodoviario de Gramado. Informó del accidente. Luego de 45 minutos llegó la primera ambulancia.
Los heridos fueron derivados hasta el hospital Pompeya, donde los atendieron. Casi todos fueron dados de alta, mientras que los más graves pasaron a Porto Alegre.
Por su parte, según María Liz Barrientos, el gerente de la empresa Sol del Paraguay, Jorge Sánchez, viajó ayer vía aérea, hasta Porto Alegre, Brasil, con familiares de los accidentados. Entre ellos, los miembros de la familia Duarte Benítez, que están entre los que se llevaron la peor parte.
La noticia del percance en el Brasil causó gran preocupación en la zona de Zeballos Cué, teniendo en cuenta que la mayoría de los afectados viven ahí. La radio comunitaria fue la encargada de tranquilizar a los familiares y contactar con las víctimas.
TARDÓ EN LLEGAR AYUDA
Las publicaciones brasileñas indican que por el sitio en el cual se registró el choque, las víctimas tuvieron que esperar unas dos horas hasta que llegara la primera ambulancia. Fueron derivados en primera instancia al hospital Pompeya, donde la mayoría fue atendida. Después, otros fueron al hospital Pronto Socorro, de Porto Alegre.