Ibarra explicó que tiene varias armas porque hace dos meses recibió la alerta de elevar su nivel de seguridad porque había amenazas contra su familia. Recibió información sobre el seguimiento a sus hijos por parte de miembros del crimen organizado.
Dijo que esas advertencias también iban para otros jefes policiales, quienes estaban detrás de bandas delictivas. “Ante esas alertas, tuve que tomar las precauciones necesarias y, por eso, hasta mis armas de uso particular le estaba prestando a mis guardias de seguridad”, indicó a la 780 AM.
El pasado viernes un total de tres fusiles y una pistola fueron robados del vehículo blindado utilizado por el viceministro de Seguridad en el barrio Universitario de San Lorenzo. Las armas fueron recuperadas al día siguiente tras un operativo policial.
Reconoció que su error fue dejar las armas en el interior de su vehículo, a pesar de que fue la primera vez que lo hizo. Su mayor preocupación es que se sintió delatado, porque los delincuentes tenían informaciones precisas.
El alto funcionario estatal refirió que tiene guardia de seguridad casi las 24 horas, pero ese día le licenció por tres horas para resguardar más su intimidad, teniendo en cuenta que estaba visitando a su madre.
“Estoy tranquilo, pero hay cosas que me preocupan, quién fue la persona que me delató. Me será difícil confiar ahora hasta en mis guardias”, expresó.
ARMAS. Las armas robadas fueron incautadas en un procedimiento que se llevó a cabo cerca de las 16.20 del pasado sábado en el barrio Ricardo Brugada de Asunción.
La primera persona detenida por el caso fue Alfredo Martínez Zárate, quien llegó a ofrecer las armas por WhatsApp, explicaron las autoridades en conferencia de prensa.
El hombre dijo no tener el armamento y señaló que obtuvo una foto de otra persona, identificada como Richard Rodríguez, quien ya cuenta con orden de captura. En la casa de este individuo se encontraron las armas que fueron entregadas a los agentes por su esposa.
Asimismo, de acuerdo a la información oficial, se logró dar con el paradero de otro ciudadano de nombre Arsenio Erico Alvarenga, quien fue el que, supuestamente, entregó las armas a Rodríguez.