29 mar. 2024

Veterinaria UNA: Alumnos temen que brucelosis socave futuro profesional

Para quienes den positivo, a más de soportar embates de la enfermedad y largos tratamientos, correrán en desventaja al pugnar por un trabajo. Quienes resulten negativo igual temen quedar estigmatizados.

Cuarentena.  Técnicos del Senacsa procedieron al encalado de la granja para aislar el brote.

Cuarentena. Técnicos del Senacsa procedieron al encalado de la granja para aislar el brote.

Preocupación, rabia y temor es lo que se observa al hablar con los estudiantes de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), debido al brote de brucelosis en la granja caprina de la facultad.

Casi todos llevan una curita en mitad del brazo derecho, señal de haberse sometido al análisis para constatar si contrajeron o no la enfermedad.

Hay alumnas y docentes, que son madres en etapa de lactancia, por lo que el miedo de infección aumenta.

Muchos no se atreven a revelar su identidad, para evitar represalias, pero exteriorizan su enojo contra la decana Azucena Cabrera, suspendida del cargo, por haber ocultado la aparición de la enfermedad. “En el caso de que salgas positivo, te va a afectar en la vida profesional porque nadie va a querer contratarte si sos portador y podés contagiarle a todo un ganado”, afirma una alumna del cuarto curso que prefirió el anonimato.

Una compañera suya completa la frase: “Y si doy negativo, me van a preguntar si soy de la UNA, y la universidad no tiene más la reputación de antes si hay un caso de brucelosis”.

Todos coinciden en que el peligro de quedar marcados por el estigma de dicha zoonosis es alto.

Carolina Noceda, representante estudiantil, ejemplifica: “Si soy productor, dueño de un establecimiento, cada animal tiene para mí un valor económico muy alto y si contrato un profesional que es portador de una bacteria que puede afectar al animal, corriendo ese riesgo, no le contrataría”.

En este semestre del año, los de 4º y 5º curso realizaron “palpación de genitales y revisión de mucosa ocular y bucal” como parte de una materia de la carrera. Si bien usaron guantes, con las altas temperaturas, se llevaban las manos –con el profiláctico– a la frente; incluso algunos se quitaban el protector, según relatos.

INCURABLE. Pese a que existen versiones contrapuestas sobre las formas de contagio de humano a humano, sí hay certezas sobre la transmisión de animal a humano: la brucelosis se contrae por contacto con secreciones, con heridas y por consumo de productos del animal: leche, queso, etc.

“Esta enfermedad es incurable y, como se manifiesta por crisis severas, se hace un tratamiento paliativo de sostén con antibióticos”, explica el Dr. Luis Acuña, presidente de la Asociación de Ciencias Veterinarias del Paraguay.

Hay muchos mitos, dice, en torno a la forma de contagio.

“La brucela en el humano se disemina en todo el cuerpo. Se manifiesta de forma sistémica, por eso la fiebre alta y dolores en el hígado. Con el tiempo se instala en las articulaciones: rodillas, codos y columna vertebral, pero no tiene una ubicación reproductiva”, enumera al refutar que sea transmisible por vía sexual.