EFE
El pueblo —ubicado casi en la frontera con la provincia de Santa Fe (este), también muy afectada por el temporal— se inundó por completo debido a que la rápida crecida de un arroyo hizo que el agua pasara por encima de un terraplén de tres metros de altura que servía para proteger a la población asentada allí, lo que causó la muerte de un vecino.
Según informaron a Efe desde el Ministerio de Infraestructura bonaerense, en las últimas horas los equipos de emergencias que trabajan en la zona derribaron el terraplén y el agua comenzó a bajar, lo que unido al buen clima de este miércoles les ha permitido controlar la situación.
En ese sentido, las 1.000 personas que fueron evacuadas y las 6.000 que se marcharon por su propia cuenta del pueblo y sus alrededores comenzarán a regresar a la zona, que tiene una población de unos 8.000 habitantes.
Se trata de la única localidad que continúa inundada en la provincia de Buenos Aires, aunque hay otras perjudicadas, como Pergamino, donde fueron evacuadas unas 200 personas “por prevención”, tras la crecida de los arroyos de la zona, apuntaron desde el Ministerio.
Mientras, las localidades del centro y el sur de Santa Fe continúan afectadas por el temporal de viento y lluvia que afecta a la provincia desde finales de 2016 y que inundó carreteras, cultivos, plantas de energía e incluso ciudades enteras, como Rafaela o Villa Amelia.
Según señaló hoy el ministro de Ambiente de Argentina, Sergio Bergman, en declaraciones a Efe, hay al menos tres millones de hectáreas afectadas en la zona.
A su juicio, falta “inversión y obra” para evitar estas situaciones que se repiten cada año y “lo más importante” ahora es la organización junto a provincias y municipios para asistir a los habitantes.
“Luego de asistir a la gente, que es la primera prioridad, y responder a la emergencia, se van a evaluar las responsabilidades de cada jurisdicción y los trabajaos de prevención y obras de infraestructura que corresponden”, aseguró.