04 may. 2025

Una alta expectativa por las fiestas aumenta el estrés

Diciembre es el mes más estresante del año. Durante sus 31 días todo gira entorno a las compras para Nochebuena, Navidad, cenas de fin de año, regalos, ajetreo, tráfico, embotellamiento, gastos, encuentros, desencuentros, ausencia de seres queridos que finalmente hacen colapsar por el cúmulo de tensión, tristeza y cansancio.

Días de fiesta.  Las celebraciones deben ser planificadas y gastando lo que se puede y se tiene.

Días de fiesta. Las celebraciones deben ser planificadas y gastando lo que se puede y se tiene.

Durante esta época se da una sobrevaloración de las festividades que al final tienen un efecto negativo en la persona, explica la doctora Viviana Riego, psiquiatra del Hospital de Clínicas. Tanto los gastos en los que se incurre así como dónde pasar las fiestas puede ser un detonante del estrés de diciembre, por lo que recomienda tener un planeamiento de cuánto dinero se dispone, cuánto se gastará y dónde se pasarán las fiestas.

“Lo primero que se tiene que hacer es justamente no buscar la perfección de las fiestas. La mayoría de las personas están muy estresadas porque sobrevaloran el momento, creen que tiene que ser perfecto y no siempre podrá ser así. No hay que darle tantas expectativas a diciembre y es lo que más se ve en los pacientes. Es como que tiene que ser el mes perfecto en el que se muestra la familia perfecta y todo esto tiene el efecto contrario y crea mucho estrés, aumentan la ansiedad y tristeza”, advierte la profesional y agrega que estas situaciones pueden evitarse asumiendo una actitud realista y disfrutar de lo que se vive.

Sobre las ausencias, tanto de personas que ya no están en la familia por fallecimiento o por otros motivos, indicó que lo mejor es recordar los buenos momentos junto a esos seres queridos para no caer en la tristeza y melancolía.

Dónde pasar la Nochebuena y fin de año es otro punto que muchas veces crea conflictos en las familias. En caso que los padres sean separados, Riego aconseja establecer un acuerdo con días y horarios fijos y evitar la incertidumbre entre los hijos. “Lo ideal es que ambos compartan con los hijos, ya sea por turno en cada celebración o pasar las doce juntos, no hacer competencia ni hablar mal del otro”, indicó.

Para contrarrestar la tensión de estos días afirma que no se pierda de vista los cuidados básicos como el descanso, la actividad física, el darse un tiempo para realizar una actividad que agrade y despeje al aire libre y cuidar la alimentación evitando los excesos.

Riego instó a buscar ayuda profesional en caso de que uno se dé cuenta de que no puede sobreponerse al estrés al presentar síntomas como insomnio, llanto fácil, dolores sintomáticos, esperanza perdida, sensación de querer morir o crisis de pánico.