AFP, EFE y REUTERS
DAVOS - SUIZA
El presidente Donald Trump llegó ayer al foro de Davos para vender las bondades de su política ante la élite mundial y mantuvo reuniones con sus aliados tradicionales, Israel y Reino Unido.
Un año después de su acceso a la Casa Blanca, Trump llegó al Foro Económico Mundial (WEF) sonriente e hizo una entrada triunfal al centro de congresos de la estación de esquí, donde le esperaban un nutrido grupo de curiosos con teléfonos móviles para hacerle fotos.
“Serán dos días muy emocionantes”, dijo Trump, quien hoy viernes expondrá sus posiciones y su política America First (EEUU primero) ante un auditorio en principio hostil al proteccionismo que profesa. Como para confirmarlo, el lunes EEUU anunció nuevos aranceles para algunos productos chinos y asiáticos, que sus detractores consideran un ataque a los principios de libre comercio.
“Cuando decidí venir a Davos no pensaba en términos elitistas o globalistas, pensé en que hay mucha gente que quiere invertir mucho dinero y todos están volviendo a EEUU”, dijo en una entrevista a CNBC.
Poco antes de la llegada de Trump el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, provocó olas en los mercados cuando dijo que no estaba preocupado por la debilidad del dólar, haciendo caer el billete verde.
Algunos analistas creen que podría ser una estrategia deliberada de la administración Trump para favorecer las exportaciones estadounidenses, en detrimento de sus compromisos en el G20.
Pero Trump aseguró ayer que las palabras de Mnuchin fueron sacadas de contexto y que quiere un dólar fuerte, en una entrevista a la cadena CNBC. De inmediato el billete verde empezó a subir. Trump, el primer presidente estadounidense que viene a Davos desde Bill Clinton, en el 2000, suscita reacciones contradictorias entre los cerca de 2.500 delegados y 70 jefes de Estado y de Gobierno que están en el pequeño pueblo suizo.
Por una parte, los grandes empresarios se felicitan de su reciente reforma fiscal, que reduce impuestos a las empresas, así como del robusto crecimiento económico.
El invitado especial será el discurso del presidente Trump de hoy. Pero es solo la guinda del pastel, porque el pastel ya está cocinado por nosotros los europeos. Dalia Grybauskaite, presidenta lituana.
Temores a una guerra comercial
El secretario de Tesoro de EEUU, Steven Mnuchin, dijo ayer que el Gobierno del presidente Donald Trump no está buscando iniciar una guerra comercial pero que defenderá sus intereses económicos, un día después de causar una fuerte baja del dólar por sus comentarios a favor de una moneda débil. En el Foro Económico Mundial en Davos, Mnuchin restó importancia a sus comentarios sobre un dólar bajo es bueno porque mejora nuestra posición en el comercio y nos da oportunidades, calificando su declaraciones como equilibradas y consistentes. Sus palabras fueron vistas por los mercados como una señal de alejamiento de la tradicional política cambiaria de EEUU y sugieren que Trump reforzaría su posición crítica hacia China.