La denuncia fue formulada ante el Ministerio Público por el sacerdote Alto Trento, director general de la Fundación San Rafael, y Nidia Dávalos, presidenta, bajo la figura de actividades peligrosas en la construcción y estafa.
El denunciado es Guido Alberto Cheaib Núñez, quien anteriormente trabajó en la construcción de un portón para la clínica de la fundación, ubicada sobre la calle Charles de Gaulle N° 1645 casi Alfredo Seiferheld, de Asunción.
“El señor Cheaib se había ganado nuestra confianza pues anteriormente le habíamos encargado la elaboración de un portón metálico y en aquel entonces esta persona nos había hablado de las bondades de su dote de escultor”, manifestó el sacerdote en la denuncia.
Así fue como lo contrataron para que esculpiera en hierro la imagen de la Virgen María. El precio de la obra era de G. 90 millones, de los cuales se entregó como pago adelantado al supuesto estafador G. 40 millones.
El dinero, aclaró el padre, es donado por las personas y empresas que colaboran y creen en su causa. La Fundación San Rafael tiene como principal misión brindar cuidados médicos paliativos a pacientes en estado terminal, así como la asistencia espiritual y humanitaria a los mismos sin costo alguno.
El contrato detallaba que la obra tenía que iniciar en septiembre del 2017 y culminar en diciembre del mismo año. Sin embargo, hasta la fecha, no fue concluida y el hombre lleva varias semanas desaparecido.
Preocupa el estado calamitoso y peligroso de la obra, que por su precariedad y encima estar inconclusa, podría causar graves accidentes a los pacientes, sus familiares, trabajadores y simples transeúntes de la zona.
“La obra no solo representa un peligro por su mala ejecución, sino que además ocasionó serios daños a la estructura del edificio, debido a las fisuras producidas a la estructura edilicia cuyo resultado es la filtración de agua y humedad a las habitaciones de los pacientes”, relataron.
También dañó obras de arte del edificio (tallados en piedras relacionados a la cultura de nuestros ancestros), que forman parte del ambiente de la organización sin fines de lucro.
También lamentaron que el hombre en realidad no tenía conocimiento de lo que es propiamente la construcción de una escultura. Recurrieron a ingenieros y arquitectos, debido a las falencias constatadas, y los mismos alertaron que tiene que ser demolida lo antes posible.
Esperan que la Fiscalía pueda intervenir en este proceso y sea el mismo responsable de la obra el que la derrumbe con cuidado y sin ocasionar más datos edilicios.