El Centro de Educación Primaria Taimei es una escuela pública, pero está ubicada en un exclusivo barrio de Ginza, en Tokio.
Recientemente, surgió una propuesta de los directivos a los padres de los alumnos, de vestir a los chicos con uniformes de la lujosa marca italiana Armani, lo que significaría una inversión de 80.000 yenes, (600 euros), por niño.
Como era de esperarse, esto desató la molestia de los padres, quienes consideraron descabellada y costosa la propuesta, informó el portal El Mundo de España.
Aparentemente todo tiene que ver con que en el barrio está una de las tiendas del imperio del sastre italiano, exactamente a 300 metros.
El asunto llegó incluso a la esfera política nipona. El representante del Partido de la Esperanza, Manabu Terada, decidió abordar el tema en la reunión de Comité de Presupuestos del Parlamento japonés. Criticó que no se tenga en cuenta la carga económica que supone a los padres.
Sin embargo, la única respuesta que obtuvo del ministro de Educación, Yoshimasa Hayashi, fue que su equipo tomaría las medidas necesarias para que este tipo de cargas económicas “no sean excesivas”.
La propuesta data ya del verano pasado, y fue cambiar el diseño del uniforme, por supuesto, encargando el nuevo modelo a la compañía. La misma incluiría un gorro y una cartera a juego.