En la carta el joven señala que el presidente Horacio Cartes nuevamente pidió cárcel para las personas que frenaron su intento de apropiarse de la patria para robarle los sueños a todo el pueblo.
“Tu capricho se cumplió, pero hay algo que no tuviste en cuenta, que para las personas que soñamos con un país mas justo donde se pueda vivir sin miedos, no hay cárcel, ni muerte, ni tirano que logre robarle esos deseos”, expresa el escrito.
“A diferencia de vos que no podés salir de tu casa por miedo al pueblo, Stiben Patrón representa todos esos sueños genuinos que vos aborrecés. De todos modos, te agradezco porque gracias a que estoy acá pude conocer la realidad de la gente, realidad que vos nunca ni te vas a lograr imaginar siquiera porque la comodidad de tus riquezas no te permiten compartir con tu pueblo”.
También le manifiesta que la historia les va a recordar a ambos, a Horacio Cartes por haber dividido al pueblo paraguayo de una forma tan cruel que tuvo que correr sangre de un compatriota (refiriéndose a Rodrigo Quintana, quien fue asesinado en el local del PLRA por la Policía), y a él también lo recordarán, según refiere, por haber luchado y resistido con los ideales intactos a las persecuciones de Cartes y haber contribuido a que la patria cuente con una vergüenza menos.
“Podrán matar el cuerpo, más nunca el alma, y me ratifico seremos la pesadilla de quienes intentan robarnos los sueños”, concluye la misiva.
El juez Gustavo Amarilla ratificó este viernes la prisión preventiva del joven liberal Stiben Patrón. La defensa pidió un cambio de carátula para que quede libre. El joven, sin embargo, regresó al penal de Emboscada.
El pasado 21 de abril la Fiscalía imputó a Luis Osvaldo Sánchez González, Stiben Antonio Patrón Cáceres, Brian Esteban Martínez Jara y un adolescente de 17 años por la fabricación de explosivos. Todos ellos fueron filmados con cámaras de seguridad del PLRA y de otros lugares manipulando botellas que contendrían queroseno.
Patrón fue remitido a la penitenciaría de Emboscada por resolución del juez Amarilla, en tanto que los otros imputados viajaron hasta Uruguay, donde solicitaron al Gobierno que sean tratados como refugiados políticos.