El equipo de Arce cumplió con la premisa de la presión alta, de la marcación solidaria y escalonada, pero perdió en los rebotes. No tuvo la pelota y por consecuencia careció de circulación de juego, que es igual a no tener sorpresa y terminó recurriendo a los pelotazos, que está vez no sirvieron como argumento positivo.
La mayoría de los centros fueron mal ejecutados, fueron predecibles y permitieron el lucimiento de los centrales y el volante Carlos Sánchez, que fue el mejor jugador de la cancha. Estos sacaron todas las pelotas metidas al área visitante.
CAMBIOS ESTéRILES. Tras la lesión de Riveros, Arce decidió arriesgar, permitiendo el ingreso de Derlis González, pasando a jugar prácticamente con tres delanteros; luego ingresó Lucas Barrios, pero estos no lograron cambiar el trámite y menos el resultado. A los 75', a pedido de los aficionados, ingresó Cecilio Domínguez, que intentó sacar provecho de su habilidad, pero no hubo manera de que la Albirroja pueda superar a una selección que a medida que transcurrieron los minutos se fue fortaleciendo y terminó asestando el golpe de gracia.