Quintana permanece desde el jueves encadenado por el portón del hogar de ancianos, dependiente del Ministerio de Salud. Denunció que desde hace 17 años trabaja en el lugar y que fue despedido repentinamente, sin justificación.
Dijo que al regresar de sus vacaciones se encontró con esa sorpresa y recordó que había tenido una discusión con una funcionaria, que se habría quejado posteriormente con la directora Olga López. “Me echaron como a un perro”, se lamentó.
En comunicación con ULTIMAHORA.COM, López refirió que tras una serie de evaluaciones al personal se decidió prescindir de sus servicios. Comentó que el ex funcionario era adicto al alcohol y que presentó algunas conductas que no son apropiadas para el hogar.
Como Quintana argumentó que se quedó sin ingresos y que no tiene familia que lo asista, tampoco cuenta con seguro en el Instituto de Previsión Social (IPS), se le ofreció vivir en el hogar Santa Teresita, donde se albergan adultos mayores que pueden realizar actividades rutinarias en forma independiente, pero el hombre rechazó la propuesta.