En medio de una fuerte pulseada entre el cartismo y su aliados versus la disidencia y opositores, finalmente tuvo vía libre la resolución por la cual se encomienda al presidente del Congreso, Roberto Acevedo, presentar una querella por el incendio del edificio.
El cuestionamiento principal se dio en torno a la imposición de los abogados que promoverán la acción, siendo uno de ellos el ex fiscal general Óscar Germán Latorre.
Los 25 senadores que apoyaron la enmienda, a los que se sumó Fernando Lugo, se unieron para apoyar este proyecto.
El senador disidente Enrique Bacchetta intentó sin éxito pedir un aplazamiento, ya que el resultado estaba cantado.
Es que los ánimos aún están caldeados justamente porque el proyecto de enmienda para la reelección tuvo que ser sepultado en la Cámara Baja.
Nuevamente se escucharon varias voces, entre ellas la del cartista Nelson Aguinagalde, amenazando con destituir a Acevedo por defender la postura contra la enmienda.
Además de Latorre, los otros abogados designados para la causa fueron Luis Samaniego Correa, María Victoria Matozza y Rolando Ozuna.
En la resolución aprobada se establece que el titular del Senado debe otorgar recursos económicos, poderes y mandatos especiales a los abogados mencionados.
Fue Desirée Masi quien pegó el grito al cielo por la nominación de Latorre, y en torno a los demás pidió que le presenten currículum.
Masi y luego Miguel Abdón Saguier defendieron la potestad de Acevedo de designar a los funcionarios en su carácter de ordenador de gastos.
“Tenemos que ver quiénes son. En algunos casos en la contraparte algunas personas tenemos querella. Se debería tener cuidado”, indicó Masi.
“En mi caso particular Latorre me persigue. Es abogado de Luis Canillas y todo el montaje que hicieron”, refirió, recordando el caso de las denuncias por mensajes en WhatsApp de senadores.
Indicó que estaban muy interesados en la investigación, pero que se tendría que proponer una persona del Senado a cargo de Acevedo.
contraataque. Aguinagalde dijo desconocer al director jurídico del Congreso, José Casañas Levi, a quien se refirió como “Pastañas Levi”. Lo trató de “bandido” por no respetar a sus jefes, alegando que debería responder a la institución.
“Nos trata de delincuentes. A la gran pistola. No opinemos más porque nuestra mano ya está con grilla”, ironizó el cartista.
“Hasta somos buenos, porque tenemos los números para sacarle al presidente del Congreso, que todos los días nos martilla”, advirtió, y saltaron los disidentes en defensa de Acevedo, a los gritos.
Jorge Oviedo Matto, del Unace, se escudó diciendo que a los 25 tampoco se les avisó de la acción ante la Fiscalía, pero que él no se iba a poner el sayo de delincuente.
