15 may. 2025

Se inicia la era Trump con más incertidumbres que certezas

Durante la semana que acaba de terminar, Donald Trump fue proclamado oficialmente como presidente de los Estados Unidos de Norteamérica. Para Latinoamérica, y Paraguay en particular, la nueva gestión se inicia en un contexto de fuerte incertidumbre económica, si se tienen en cuenta las declaraciones realizadas por él durante su campaña electoral y algunas señales dadas posterior a su victoria. Habrá que esperar más información para dimensionar con claridad cuáles serán los efectos de este cambio en la economía nacional. No obstante, siendo una economía pequeña y muy abierta, con migrantes paraguayos que envían remesas desde ese país del Norte y con relaciones económicas fuertes con países que se verán afectados, es necesario estar atentos.

La victoria de Trump puso en alerta a Latinoamérica debido a sus declaraciones durante su campaña sobre temas muy relevantes para la región, especialmente para países como México, Chile y Cuba.

La revisión del Tratado de Libre Comercio (TLC), la negativa a ratificar el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), la deportación masiva de inmigrantes y la reversión del acuerdo diplomático con Cuba fueron objeto de discursos y manifestaciones explícitas por parte del recientemente proclamado presidente de los Estados Unidos de Norteamérica (EEUU).

Por ahora, pareciera que los mayores impactos se verán de manera directa en otros países y menos en Paraguay. Aunque no se pueden descartar efectos en nuestro país por la vía de los países que mantienen relaciones económicas importantes con EEUU como Chile, Brasil o Argentina.

La globalización como un fenómeno internacional de amplio alcance y el hecho de que la economía paraguaya sea pequeña y muy expuesta a los vaivenes de la evolución del comercio internacional nos pone siempre en un lugar vulnerable frente a cambios de gran magnitud que podrían ocurrir si durante la gestión de Trump se implementan transformaciones radicales en la política comercial y migratoria norteamericana. Pareciera que más allá de los efectos de estas políticas, Paraguay no debiera esperar otros impactos.

Cualquier cambio en la política comercial de un país tan importante como EEUU es relevante. Solo basta señalar que la economía norteamericana y la japonesa en conjunto representan el 80% del PIB del bloque TPP compuesto por 12 países, entre los que se encuentran Chile, Perú y México, cuya participación relativa es mucho menor. La retracción de la economía china afecta mundialmente y aunque las relaciones económicas de Paraguay son indirectas, la economía nacional se está viendo afectada.

Autoridades y analistas económicos no deben subestimar posibles consecuencias del cambio político registrado en una de las economías más importantes del mundo. Es necesario estar atentos, construir escenarios y plantear estrategias ante la posibilidad de un giro radical en la política económica estadounidense. Cuando ocurrieron los cambios políticos en Brasil y Argentina, hubo proyecciones positivas para Paraguay, lo que a la distancia ya estamos viendo que en algunos casos se cumplieron, pero en otros, los resultados fueron negativos. Otras opiniones vaticinaban un impacto nulo, lo que tampoco se cumplió.

A esta altura de la globalización económica y de la incertidumbre que trae aparejada este fenómeno, es muy difícil plantear de manera rigurosa la cuantía y los mecanismos por los cuales los países sentirán las repercusiones económicas de las grandes economías mundiales. Más todavía en el caso de Donald Trump que hasta el momento no proporciona señales claras sobre sus futuras políticas económicas.