“Con la paz, con la reconciliación, hemos avanzado mucho para consolidar la tranquilidad de los colombianos”, indicó Santos a la prensa al término de una reunión con los altos mandos de la fuerza pública en la presidencial Casa Nariño.
El premio Nobel de la Paz de 2016, galardón que recibió por sus esfuerzos para acabar con más de medio siglo de conflicto armado, aseguró: “No vamos a permitir que lo logrado hasta ahora sea frenado por unos extremistas, cobardes o de quienes no quieren la reconciliación del pueblo colombiano”.
El sábado, a las 17.00 locales (22.00 GMT), un explosivo estalló en un baño de la segunda planta del exclusivo centro comercial Andino, matando a la francesa Julie Huynh, de 23 años, y a dos colombianas de (31 y 41).
“El equipo investigador tiene tres hipótesis concretas y no las voy a mencionar para no dañar la investigación”, añadió. La mayoría de los nueve heridos en la explosión, entre ellos la madre de Huynh, ya fueron dados de alta del hospital, salvo una mujer que “sigue en cuidados intensivos”, detalló Santos.
El gobernante ofreció una recompensa por 100 millones de pesos a quien “dé información que pueda ayudar a capturar a los responsables”. Por ahora ningún grupo ha reivindicado el ataque.
Víspera del desarme. El atentado ocurrió antes de que la guerrilla FARC inicie la tercera y última fase de la dejación de armas prevista en el acuerdo de paz firmado en noviembre con el Gobierno.
“Colombia ha enfrentado en el pasado con mucho éxito el terrorismo, sabemos cómo afrontarlo”, expresó Santos.
En las últimas dos semanas, la guerrilla consignó el 60% de su arsenal a la misión de Naciones Unidas en Colombia –a cargo de este proceso–, en un paso clave para que sus 7.000 combatientes inicien su transición a la vida civil.
¿Pero el atentado apunta a dañar el proceso de paz en Colombia? El analista Víctor De Currea-Lugo consideró poco probable que el ataque proviniera de las FARC o del ELN, único grupo rebelde activo del país. AFP