Juan Noguera, dirigente de los ex carperos, manifestó a Última Hora que existe un descontento generalizado en la colonia con el trabajo que realiza el ente rural, por lo que se decidió convocar una reunión.
“Volver a Ñacunday es la propuesta de la gente en general”, dijo Noguera.
Pidió al titular de la institución agraria, Justo Cárdenas, sinceridad en lo que respecta a la cantidad de hectáreas disponibles que hay en la zona.
El problema en Santa Lucía gira en torno a las parcelas extensivas para la producción de renta.
El Indert llegó a entregar certificados de ocupación sobre esas tierras a unas 140 familias, de las más de 570 que fueron reubicadas allí.
Muchas de las familias, a pesar de contar con sus respectivos certificados de ocupación expedidos por el ente rural, aún no pueden trabajar las tierras, debido al impedimento de los supuestos dueños.
Es más, gran parte de las tierras parceladas por la institución agraria para los ex carperos son improductivas.
La promesa del Gobierno era entregar a cada familia reubicada cinco hectáreas aptas para la producción agrícola. Sin embargo, en el paquete se incluyeron esteros.
El pasado jueves casi se produjo un nuevo enfrentamiento entre los sojeros de la colonia y los ex carperos, ya que estos últimos retuvieron unas máquinas cosechadoras.
El 13 de enero se registró el primer enfrentamiento por las tierras entre ambos bandos, que dejó varios heridos por balines de goma, ante la intervención policial. Por suerte para el Gobierno la cosa no pasó a mayores, ya que incluso hubo disparos con armas de fuego.
José González, ex carpero, culpó al responsable del Indert de todo el problema que existe en la colonia.
“Estamos pasando muy mal acá. Todos estamos de acuerdo en volver a Ñacunday”, expresó.
De hecho, los campesinos ya se encuentran conversando con algunos empresarios de la zona, que dispongan de camiones que los trasladen de vuelta a Ñacunday.
En la colonia Santa Lucía persiste el tenso ambiente y culpan de ello al ente rural.