La investigación del Ministerio Público señala que los presuntos abusos sexuales se dieron en los últimos meses del 2013, en una oficina de la Parroquia Divino Espíritu.
Ambas víctimas, de 13 años, contaron cómo fueron manoseados por el cura luego de las misas. La acusación fue presentada por el fiscal adjunto Ricardo Merlo. Este además confirmó a la fiscala Clara Ruiz Díaz para seguir ejerciendo la representación del Ministerio Público en esta causa, según informaron desde la institución.
A partir de la elevación del caso a juicio, se debe sortear al Tribunal de Sentencia que tendrá a su cargo la causa y luego se fijará la fecha de la audiencia oral.
En la acusación, el fiscal adjunto Merlo afirmó que la actuación del sacerdote está revestida de “todos los presupuestos configurativos del abuso sexual en niños”. Actualmente Arévalos cuenta con medidas alternativas a la prisión preventiva.
EL CASO. La investigación se inició a partir de la denuncia realizada por los padres de los niños. El Ministerio Público realizó entrevistas con ambos chicos en la Oficina de Atención a Víctimas y en esas audiencias relataron los pormenores de los acosos y manoseos de Arévalos.
En ese sentido, la acusación presentada por la Fiscalía menciona que el sacerdote “los manoseaba, tocaba la cola, los besaba en la mejilla e intentaba besarlos en la boca, así como tocarlos en sus partes íntimas y que las víctimas le hicieron lo mismo”.
La madre de uno de los chicos declaró ante la Fiscalía que “su hijo siempre le decía que no quería entrar al despacho del sacerdote, pero nunca decía el porqué”.
“Tememos que evidentemente se trata de conductas que lesionan o afectan el normal desarrollo sexual de un menor; es decir, se trata de un hecho punible contra menores, en razón de que al tiempo que comenzó el abuso, las víctimas contaban con 13 años de edad”, afirma Merlo en el requerimiento fiscal. Como pruebas, ofrece declaraciones de los niños, de testigos y de una sicóloga de la Fiscalía.
En diciembre del 2014, el superior provincial de la Congregación de los Redentoristas en Paraguay, Vicente Soria Fleitas, suspendió en sus funciones al cura mientras dure la investigación del caso.