EFE
La exposición, que se podrá ver en el Palacio de Exposiciones de Roma hasta el 15 de diciembre, se compone de alrededor de sesenta obras que recogen casi un siglo de historia del arte ruso en las que se muestra la importancia que tuvieron los medios de transporte en el desarrollo del país.
Muchas de las obras pertenecen a la colección del Instituto de Arte Realista Ruso de Moscú, y su director, Aleksej Anan’ev, explicó a Efe que escogieron como hilo conductor de la exposición el transporte “porque a través del viaje se puede mostrar mejor el país”.
“El país es muy grande, y viajando a través de él se muestran los diferentes paisajes y también el desarrollo de la tecnología durante el siglo XX, desde los simples aviones hasta los aéreos supersónicos. Esto también muestra el progreso de Rusia y los cambios en la vida de la gente normal”, añadió.
En un territorio tan vasto como el ruso, que durante la época de la Unión Soviética tenía una extensión de aproximadamente 22 millones de kilómetros cuadrados, las conexiones entre diferentes puntos supusieron un cambio excepcional en la vida de sus habitantes.
Aviones, trenes, líneas de ferrocarril y coches, pero también naves espaciales, puertos y estaciones de metro se convirtieron en sujetos preferidos por los artistas rusos, que plasmaron en sus cuadros el sentimiento de progreso que vivía el país con un estilo realista pero en ocasiones también más poético e interpretativo.
La mayoría de las telas son cuadros de grandes dimensiones, como la obra “Sobre las nieves” de Georgij Nasskij, en el que el trazo que dibuja un avión en el cielo se funde entre las líneas de nubes oscuras y el paisaje nevado.
De este autor se podrá admirar en la exposición también “En ruta”, en la que el artista reproduce un paisaje industrial en el que un tren a vapor cruza una estación al atardecer en medio de un campo nevado.
Por otro lado, el artista Aleksandr Dejneka retrata el progreso en obras como “En el aire”, en las que un aeroplano surca los cielos nublados entre los que se distingue la cima de una gran montaña, y la inclusión social de las nuevas tecnologías en el viaje en tren de un grupo de jóvenes que se leen poesías en la obra “Las poesías de Majakovskij”.
En la tela “El nuevo Moscú”, de Jurij Pimenov, se puede ver a una mujer al volante de un coche por las calles de Moscú, un símbolo del cambio de los tiempos en relación a la figura femenina pero también de las transformaciones que estaban surgiendo en la ciudad.
El recorrido continua a través de varias secciones en las que se podrán admirar las escenas cotidianas del pueblo ruso, la relación entre los trabajadores y la industria o la carrera espacial que vivió Rusia durante los años sesenta.
En esta sección está expuesto un retrato firmado por Andrej Plotnov del astronauta ruso Yuri Gagarin saludando a los terrestres tras volver de su viaje al espacio en 1961.
El director del Instituto de Arte Realista, Anan’ev, afirmó que la pretensión de “Russia on the road” es que “el público descubra por sí mismo la Rusia del siglo XX, sus diferentes paisajes, los tipos de personas con diferentes profesiones y vea la verdadera vida de la gente rusa en la mitad del siglo XX”.
Además hizo una distinción entre el realismo socialista, que es el movimiento artístico y cultural soviético, y el realismo ruso, el estilo que siguen la mayoría de las obras expuestas.
“Uno de nuestros objetivos es mostrar que no es la misma cosa, esto no es arte de propaganda, sino arte real”.
Tras la clausura de la exposición el 15 de diciembre de 2015, la misma muestra tiene previsto abrir sus puertas el 22 de enero del 2016 en las salas del Instituto del arte realista ruso de Moscú.
Paola Bruni