El cadáver, en avanzado estado de descomposición, fue rescatado el viernes y llevado este sábado al Departamento de Medicina Legal de Vitoria, capital del suroriental estado de Espírito Santo, para su identificación mediante pruebas forenses, como ocurrió esta semana con los dos anteriores cuerpos rescatados.
Las búsquedas, cuando todavía estaban desaparecidas cuatro personas, fueron suspendidas durante varios días por motivos de seguridad, puesto que algunos compartimentos del navío-plataforma se encontraban llenos de agua, lo que dificultaba los trabajos.
En el accidente murieron ocho trabajadores, siete de ellos brasileños y uno indio, y otros 26 obreros sufrieron quemaduras, fracturas o resultaron intoxicados por el humo.
El navío-plataforma FPSO Cidade de São Mateus es propiedad de la empresa noruega BM Offshore y estaba arrendado a Petrobras en un campo marítimo cerca de la costa de Espírito Santo, en el sureste de Brasil.
Según la Agencia Nacional de Petróleo (ANP), el ente regulador, el accidente no causó derrames o fugas de hidrocarburos y la plataforma, que producía 2,2 millones de metros cúbicos de gas natural diarios, suspendió sus operaciones desde el accidente.
