7 DÉCADAS DE ESTABILIDAD. En 74 años de existencia, a nuestra moneda nunca le cambiaron de nombre ni le eliminaron ningún cero. Es la más estable en este subcontinente. El guaraní tuvo una división en 100 partes iguales, llamadas céntimos, de poca utilización hoy en día debido a la inflación acumulada en 7 décadas, moderada en comparación con la de los países vecinos.
La primera emisión del año 1944 estuvo a cargo del así llamado Banco del Paraguay. A partir del año 1952, con la creación del Banco Central del Paraguay, por Decreto Ley Nº 18 del 25 de marzo de 1952, las emisiones de billetes corrieron ya por cuenta suya. En la actualidad las emisiones se efectúan en virtud de la Ley Orgánica Nº 489 del Banco Central del Paraguay, del 29 de junio de 1995.
PROPUESTA DE ELIMINAR 3 CEROS. Existe actualmente un proyecto de ley, presentado al Congreso Nacional, por el que el Banco Central plantea la reconversión monetaria del guaraní, eliminando tres ceros. De aprobarse, la nueva unidad monetaria llevaría el mismo nombre que la actual con el agregado de “nuevo” guaraní. Según la propuesta, el salario mínimo actual, que son G. 2.041.123, será NG 2.041,12 aplicando el redondeo.
Con este método de reconversión, realmente no se eliminarán 3 dígitos sino solamente 1. En vez de 123, los tres últimos dígitos del salario mínimo serían entonces “,12”. ¿Vale realmente la pena implementar una reconversión del guaraní y hacerlo con una gigantesca campaña de difusión para terminar eliminando en la práctica solo un dígito? No obstante, creo que es posible encontrar una solución técnica a este problema. Véanse al respecto las reflexiones de Antonio Espinoza, publicadas en este diario el 13 de febrero de 2017 en la columna denominada De comas y ceros: La reconversión monetaria.
ACLARAR DUDAS Y APLICAR LA RECONVERSIÓN DESPUÉS. Teniendo en cuenta que llevamos una década creciendo a un promedio cercano a 5% anual, con tasas de inflación inferiores al 5% por año, esta época que vive el país, en términos macroeconómicos y financieros, es apropiada para una reconversión monetaria como la señalada, siempre y cuando se solucionen los potenciales problemas ya visibles ahora. Por ejemplo, antes es necesario que:
• Por un lado, se supere la confusión que surge de anunciar la eliminación de 3 ceros, pero eliminando solo un dígito.
• Por otro lado, se dé adecuada difusión a la reconversión, de forma que se la pueda explicar debidamente a tiempo.
• Finalmente, se encuentre solución acerca de cómo evitar remarcaciones de precios en mercados, supermercados, almacenes y comercios en general a consecuencia de la reconversión. Si no se toman medidas en contra, una ola de inflación puede hallarse agazapada en dicha reconversión.
observación: Esta columna fue publicada ya el domingo 19 de febrero de 2017 en este diario. Habiendo hecho ahora algunas actualizaciones, se publica de nuevo a pedido de varios lectores y dada la actualidad del tema. El proyecto había sido remitido al Congreso en febrero de 2013, bajo la presidencia de Federico Franco, y sigue allí. Al parecer, las autoridades actuales han decidido reactivarlo solo después de las próximas elecciones generales del 22 de abril.