12 may. 2024

Pytumby Jave: Recorrido por nuestros fantasmas en la ciudad de Yaguarón

El circuito se realizará una vez al mes. Los visitantes tienen la oportunidad de conocer relatos sobre mitos paraguayos que erizan la piel e introducirse en la historia de una bruja y visitar sitios misteriosos.

Narraciones sobre casos de hechicería, procesión de una cruz milagrosa y hasta un tour por un castillo embrujado. Estas son algunas propuestas que atrajeron a un considerable número de turistas durante el recorrido que fue bautizado como Pytumby Jave.

La iniciativa se realizó en horas de la noche del sábado, en el Paseo de los Mitos, ubicado en el acceso al Cerro Yaguarón. Cuando el sol se escondió dando paso a la oscuridad, un entusiasmado público se disponía a participar del show. El evento estuvo ambientado con relatos y representación artística sobre la mitología guaraní. Algunos participantes también hicieron uso de la palabra para comentar sus vivencias de supuestos hechos sobrenaturales.

La ansiedad comenzaba a apoderarse de los presentes, cuando más se aproximaba la hora de abordar el MitoBus, para ir rumbo al Castillo de Saguazú. En dicho sitio, los pobladores afirman que vive el espíritu de Micaela Yaharí, una de las payeseras más famosas que tuvo la ciudad.

Ya a bordo del colectivo, distintos grupos musicales también le pusieron magia al paseo. Durante todo el trayecto ofrecieron melodías para relajar el ánimo de los viajeros, a quienes les esperaba una noche incierta. La mayoría decía ir por simple curiosidad; para descubrir qué podría haber en tan misterioso recinto. Y unos pocos indicaban que pretendían buscar una conexión con los espíritus del lugar. Por el motivo que sea, el castillo movilizó a cerca de 450 personas, según la asociación Jahapa Yaguarón-pe, encargada del evento.

CASTILLO. Por fin llegó el momento de la coronación del evento. El castillo estaba ambientado con pequeñas antorchas, desde la entrada. El deseo de ingresar dentro de la casa embrujada no fue posible, por ser de propiedad privada. El espectáculo fue frente a la morada, dentro del patio. En dicho sitio había varios objetos de hechicería, como espejo, velas y hasta una cabeza de fantasía.

La naturaleza también hizo su parte, cual compinche del paseo mitológico. Justo en los momentos de mayor suspenso, la fuerza del viento desestabilizaba las ramas de los frondosos árboles del terreno. La luna, por su parte, ofrecía el mejor resplandor. Cuando todos tomaron su mejor ubicación, una risa maléfica se escuchaba cada vez más cerca de la aglomeración. Era la hechicera Micaela Yaharí, quien había fallecido en 1917. Fue representada por una actriz.

La mujer preparó un brebaje mágico frente a todos y se lo entregó al jefe comunal, Luis Rodríguez, para que lo tomara. Dijo que es para que pudiera gobernar con certeza y combatir con las malas vibras. Varios lugareños también narraban anécdotas sobre Yaharí, que van contándose de generación en generación, como su poder de adivinar ciertos sucesos y realizar encantamientos. También recrearon el fantasma de una novia desconsolada. Ella había perdido a su amado durante la Guerra Grande; sin embargo, lo sigue esperando y su alma aún no descansa, según el relato.

Cuando parecía que ya terminaba el acontecimiento, al abandonar el inmueble, un fuerte ruido aceleraba las palpitaciones de los espectadores. Frente al castillo pasaba una carreta que arrastraba un ataúd. Los narradores aseguran que cuando Micaela falleció, el sacerdote no permitió que su cuerpo ingresara a la iglesia por las perversidades realizadas. Comentan que su féretro pesaba tanto que ni diez hombres pudieron cargarlo, por lo que decidieron que vaya remolcado por la carreta.

PROCESIÓN. Al amanecer del domingo el panorama ya pintaba diferente. Una larga procesión de peregrinos disfrazados de kamba acompañaban a Kurusu San Roque, como una promesa, al compás de la música de bandas tradicionales como Peteke Peteke. La cruz, considerada milagrosa, según la historia, fue hecha del bastón de San Roque. La peregrinación de cada primer domingo de setiembre empieza desde tempranas horas, recorriendo los hogares yaguaroninos, hasta llegar a la capilla, en el kilómetro 52. De esta manera, la ciudad no solo es un rincón de mitos y leyendas. También es una tierra de fe.

El boleto del MitoBus cuesta G. 5.000. Para sumarse a los próximos tours pueden llamar al (0971) 523-168.

En el próximo evento ofreceremos otro destino que guarda su misterio en torno a un tesoro escondido durante la Guerra. Daniel Pino, organizador.

Tuvimos un poco de miedo por el viento, pero fue excelente. Nos llamaron mucho la atención las narraciones. Martha Olmedo, espectadora.