23 abr. 2024

¿Por qué gravar la soja?

Miguel H. López – En TW: miguelhache

Estuve viendo en estos días la propaganda que difunden los productores sojeros para rechazar la idea de que la exportación de granos (soja, maíz y trigo) pague impuesto. También la movilización y las amenazas directas e indirectas que propalan y/o ejecutan para tratar de impedir que el Senado aborde hoy el proyecto de ley sobre el tema o, en su defecto, hacer que sea rechazado. Con estas mismas maniobras y presiones en octubre de 2013 el presidente Cartes vetó la Ley 5082/13 que gravaba hasta un 10% la venta al exterior de los mismos granos, incluyendo el girasol.

La propuesta actual que entra en el orden del día en la fecha en la Cámara Alta, por impulso de la bancada del Frente Guasu, coloca la carga impositiva hasta en 15%. Un gravamen todavía mínimo a juzgar por las monumentales ganancias que embolsillan los productores y exportadores, sin devolver un poco de los beneficios y subsidios que reciben del Estado.

Según los cálculos magros (porque si hiciéramos proyección de las ganancias en expectativa quedaríamos cortos), el ingreso anual si los sojeros pagaran impuesto del 10%, para que el país reinvierta en salud, educación, caminos, más apoyo al agro y la industria, sería un aproximado de USD 300 millones.

Entre los tantos argumentos que alegan está el de que es un impuesto a la producción. Tal tergiversación perversa es como mínimo inmoral. Los que producen la oleaginosa seguirán haciéndolo en la misma situación y con los mismos privilegios. Lo que habrá es que quien venda los granos al exterior pagará el impuesto. También les leí decir que si no hay productores (ellos), no hay alimentos. Verdad manipulada. No acabarán. Los que exportan son quienes deberán pagar gravamen. Una devolución justa por los beneficios que reciben y los daños que causan.

Muchos especialistas ya lo dijeron: El peso total del tributo en la economía paraguaya es del 12%; los sojeros, por todo lo que producen y ganan, soportan solo el 2%. Esto no es equitativo ni justo. Sigue reproduciendo el modelo donde paga más el que gana menos o paga menos el que gana más.

Para crear sojales se destruyeron miles de hectáreas irrecuperables de bosques y la subsiguiente contaminación de tierra y cursos de agua. Una masacre ecológica. De unas 3.400.000 hectáreas de cultivos existentes en el país 3.200.000 son de soja: el 88% (el 83% en manos de 4.300 empresarios de la soja), invadiendo incluso tierras destinadas a rubros de consumo, provocando la disminución de alimento y la disparada de precios. Esto, a su vez, aumenta progresivamente la miseria en el campo y la migración a los cascos urbanos; y el número de pobres y miserables suma, suma y suma. La propia OMC reconoce que gravar los granos es la manera más efectiva de enfrentar la miseria. Más de 25 países ya lo ejecutan.

Muchos sojeros alegan que ya pagan el Iragro y el Iracis, tributos específicos creados para gravar parcialmente y permitir altas evasiones. En la práctica quedó evidenciado que no resultan. Paraguay es uno de los 30 países de mayor flujo de capitales ilícitos al exterior, gran parte por facturaciones fraudulentas de transnacionales, entre ellas, las exportadoras de soja.

Está claro, ¿no?

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.