Las organizaciones campesinas instaladas en la capital del país retomaron este martes la marcha por las principales calles del microcentro asunceno como medida de presión para lograr sus reivindicaciones.
Un pedido especial fue realizado por la Policía Nacional, que los campesinos no lleven sus simbólicos palos durante la movilización.
En principio, los labriegos accedieron a esa petición a cambio de que los uniformados no utilicen a los antimotines y a la montada durante el recorrido. Solo quieren ser acompañado por los agentes policiales.
“Ni un centímetro vamos a violentar el derecho de terceros, pero tampoco vamos a ceder en nuestros derechos”, expresó el dirigente campesinos, Luis Aguayo, uno de los representantes de la Coordinadora Nacional Intersectorial (CNI).
Los campesinos están instalados hace 30 días en la plaza de Armas, ubicada frente a la sede legislativa, con la intención de lograr una respuesta a su problema económico, teniendo en cuenta la difícil situación en el campo a raíz de las inundaciones y las últimas heladas.
El Congreso Nacional había sancionado el proyecto que subsidia sus deudas, pero fue vetado en su totalidad por el presidente Horacio Cartes. Ahora en el Senado se debe ratificar en la aprobación inicial o aceptar la objeción del Ejecutivo.
“Nosotros luchamos en los momentos históricos del país y siempre salimos victoriosos porque tenemos la capacidad de organización, convocatoria y propuesta. Siempre luchamos con altura y con la dignidad de nuestro pueblo”, agregó Aguayo.