28 mar. 2024

Polémico libro de sacerdote denuncia ejecuciones de dirigentes campesinos

Relatos que parecen cuentos es el libro que escribió monseñor Pablo Cáceres, en coautoría, y cuya aparente aceptación entre los grupos autodenominados guerrilleros llamó la atención de la Fiscalía.

“La policía abatió a tiros a don Francisco Denis y arrestó a sus acompañantes, Isabelino Riveros y Mario Denis, absolutamente inocentes”, cita en su libro Relatos que parecen Cuentos, monseñor Pablo Cáceres, denunciando uno de los tantos casos de supuestas ejecuciones realizadas por los miembros de la Fuerza de Tarea Conjunta, agentes de la FOPE y militares, en la lucha armada contra el grupo de delincuentes Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).

El escrito de monseñor Cáceres y el profesor Benjamín Valiente será analizado por el fiscal Joel Cazal, quien mandó llamar a los dos, luego de haber sido hallado un ejemplar entre las pertenencias de un supuesto integrante de la Agrupación Campesina Armada (ACA), que fue abatido.

Error. En una de las crónicas publicadas se puede leer la historia de Agustín Ledesma, un hombre sordo y mudo que fue acribillado por efectivos del orden apostados en Arroyito, Departamento de Concepción. Ledesma era conocido en el pueblo, creció en medio de desventuras, ya que su madre, Agustina Ledesma, también era minusválida, por lo que él tuvo que ser criado por sus abuelos maternos. Describen a Agustín como un hombre comprometido con su comunidad, a pesar de su discapacidad, tal es así que solía participar en movilizaciones campesinas, sobre todo en la lucha contra las plantaciones de soja y uso de agroquímicos en la zona.

“El día 11 de abril de 2012, aproximadamente a las 18.00, cruzó la ruta pavimentada, casi a la altura de la Calle 18, y se internó en un bosquecillo perteneciente a la finca de don Martínez, en busca de lodo para fabricar los folclóricos bodoques, que le servirían de municiones para su, no menos tradicional, hondita”... Añade el texto: “En ese momento, el lugar fue sitiado por miembros de la FOPE y de policías del lugar, al mando del comisario Juan Ramón González. El joven minusválido, al percatarse de la presencia policial, sintió que el terror asomaba bajo la piel, por lo que intentó correr para refugiarse en la espesura. Lastimosamente, se quedó en la tentativa, pues se produjo una descarga cerrada y Agustín cayó abatido por las balas asesinas de los valientes y corajudos combatientes que luchan contra el EPP”, relata el sacerdote. También critica duramente a los medios de comunicación que anunciaron la muerte de Ledesma como la caída de un miembro del EPP, pero el joven no tenía más armas que una hondita con bodoques, según el libro.

En los demás capítulos se mencionan asesinatos cometidos en similares circunstancias; uno de ellos, el de Francisco Denis, que fue abatido por la policía en Kurusu de Hierro. Cáceres y Valiente califican a Denis, quien fuera acusado de ser miembro del EPP, como un hombre comunitario, trabajador y sencillo. Colaborador cercano de la Iglesia Católica y benefactor de sus vecinos.

El hecho se registró el 21 de abril de 2013, día de las elecciones nacionales. Francisco y sus compañeros volvían a casa luego de votar en el Municipio de Azotey, cuando, al llegar hasta la comisaría de Kurusu de Hierro, fueron alcanzados por una ráfaga de disparos de los policías del lugar.

El entonces obispo de Concepción, Monseñor Zacarías Ortiz, escribió una carta abierta al fiscal general del Estado: “Francisco Denis, casi un soldado desconocido, pasó a engrosar la lista de los mártires en esta desigual lucha por la tierra y la supervivencia del campesinado pobre y desplazado lentamente hacia su extinción final”, citada por el libro.