El abogado Mauro Caballero mencionó que conoce a su colega desde que eran estudiantes y ya desde esa época realizaba protestas. “Siempre fue de esa forma”, refirió, sobre los graffitis que hizo Cubas por las paredes de las oficinas de los fiscales Alfredo Ramos Manzur y Cinthia Leiva.
Sostiene que su cliente tiene un objetivo: hacer público los casos de corrupción protagonizados por el clan Zacarías. “De manera que yo no lo considero en absoluto una persona desequilibrada”, expresó en comunicación con la emisora 800 AM.
Paraguayo Cubas también llegó a agredir con su cinturón al juez Amílcar Marecos e incluso defecó en la sala de la audiencia.
Este martes, a pedido de Analía Rodríguez y Elvio Aguilera, agentes del Ministerio Público, el magistrado dispuso que Cubas sea sometido a un estudio siquiátrico y sicológico.
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Su defensa alega que el pedido responde a cuestiones políticas, pues Rodríguez es esposa del secretario General de la Intendencia, es decir, trabaja para Sandra McLeod, esposa del político colorado, Javier Zacarías Irún.
Cubas permanece en prisión y prefiere estar entre las rejas antes que someterse a la Justicia “que responde al poder político de Ciudad del Este”, insiste Caballero.
En tanto, Jorge Brítez y el concejal Celso Miranda -también afectados por el caso de los graffitis- tienen medidas alternativas a la prisión. La polémica inició con la pintata de las oficinas, siguió con la intervención policial en la Gobernación, donde el trío pidió hablar con Justo Zacarías para reclamar la supuesta sobrefacturación de merienda escolar y terminó con la sorpresiva actitud de Cubas ante el juez.